Cuando se habla de la ciudad de Santiago de Cuba, situada en la parte sur del oriente cubano, tenemos que señalar una serie de factores que han contribuido a una triste imagen de esta cabecera provincial. Un medio ambiente contaminado con aguas albañales producidas por fosas reventadas; calles sucias con vertederos de basura como el de la calle siete entre nueve y cinco, Reparto Mármol, donde hay situada una escuela primaria llamada Alberto Paz Jiménez, afectada por ratas y mosquitos que se ven a diario; incluso es de dominio público que el jefe de zona Leonel, se ha quejado a comunales y no actúan.
La infestación que sufren sus ciudadanos por el alto número de mosquitos Aedes Aegypti que no se ha podido combatir de manera eficaz, y continúan manifestándose con el dengue e ingresando en el hospital Ambrosio Grillo. Atravesaron por las secuelas del huracán Sandy que los azotó años atrás y que dejó a gran cantidad de santiagueros con sus hogares destruidos, y que muchos en la actualidad no han podido reparar y otros construir porque sus dirigentes refieren que no hay materiales para ellos. Escasean la grava, la arena, la cabilla y a pesar de existir una fábrica de cemento local, tampoco hay para los necesitados; como es el caso de los afectados de la zona del Caney y el Reparto Mariana de la Torre.
Ahora bajo el temor de sismos o temblores que mantienen en constante zozobra a sus pobladores y hasta el resto de los cubanos que no viven allí, por solidaridad. Atraviesan otro dilema en sus barriadas y es que cargan en carretillas, cubos, galones y hasta en tanques el agua, pues hay comunidades que llevan más de quince días sin obtenerla a pesar de un presupuesto invertido en mejorar el acueducto de la ciudad.
Ahora se plantea que el nivel del agua en las represas no es suficiente para abastecer a la población y es necesario el envío de carros pipas para ayudar a paliar la situación; aunque a veces aparecen algunas personas inescrupulosas que lucran con el sufrimiento humano y venden el agua que cargan en dichos transportes.
Santiago de Cuba con sus adversidades hoy sufre los avatares de la madre naturaleza, esperemos que llegue nuevamente la bonanza para su querido pueblo.