Dentro de las ventajas que muestra al mundo, el régimen cubano, está el excelente sistema de asistencia social con que dicen contar, pregonan a viva voz que el futuro de las personas de la tercera edad está garantizado, que no hay mendigos ni limosneros en sus calles, etc.; no obstante puedo testimoniar que andando por las calles de mi municipio, me llamó la atención una señora de la raza negra, que estaba pidiendo limosna, y no se reconoce como moradora de la localidad.
En Güira de Melena, municipio de Artemisa, en pleno pueblo, estaba esta mujer que recoge limosnas para sobrevivir. Le pregunté por qué realizaba esa labor teniendo ella una edad avanzada y me respondió: “¡Hay hijita, si no lo hago, de qué vivo!”.
La señora de la tercera edad se nombra Marta Maicela Herrera Ferrán, es vecina de la Avenida 61, entre 68 y 70, municipio de San Antonio de los Baños, también en esta provincia.
Ella narró el desamparo y la desatención a los que está expuesta desde hace varios años, también el porqué se traslada desde otro municipio para pedir limosnas a personas caritativas. Se expresó de la siguiente forma: “ Desde hace tiempo vengo dedicándome a este tipo de oficio por llamarlo de alguna forma, en San Antonio de los Baños , lugar donde resido; las autoridades y los de bienestar social me han dado la espalda. Tenía una pensión de 148 pesos, que cobraba por mi difunto esposo y me la quitaron ¿con esta edad qué voy hacer? No tengo hijos, tampoco familia que me dé una mano, solo un hermano que es mayor que yo, y está enfermo, soy quien lo tiene que ayudar a él con la limosna que recojo”. “En mi municipio hay muchas personas que se dedican a esto y de estar allí de seguro ya me hubiera muerto de hambre, solo Dios sabe lo que pasamos”.
Si el régimen se deleita en decir que los enfermos, discapacitados, y ancianos tienen la vida garantizada ¿por qué hay tantos limosneros? Como siempre, el sistema de los humildes, por los humildes y para los humildes, le falla al pueblo.
Artemisa, 21 de julio de 2015.