Situaciones que en cualquier otro lugar del mundo se calificarían de desesperantes, en Cuba han pasado a formar parte de la vida cotidiana, tal es el hecho continuado de la falta de abasto de agua en muchos pueblos del país. Un ejemplo de ello es lo que sucede en el pueblo de Santiago de las Vegas perteneciente al municipio de Boyeros en la provincia La Habana, el cual ha permanecido sin servicio de agua por más de tres semanas y solo llega a algunas partes del pueblo con escasa fuerza a la una o las dos de la madrugada, por apenas minutos o en el mejor de los casos por una hora.
Esta situación se ha convertido en una costumbre más en el pueblo, las personas deben lidiar con la falta del líquido vital, viéndose obligadas a que cuando llega de madrugada, levantarse para almacenar el agua en pomos, tanques o palanganas.
Esta escasez en el municipio agrava la higiene de los hogares y de los locales del Estado. Pero en particular entre los lugares donde esta falta de higiene es notoria, se destaca la terminal de ómnibus del pueblo, mientras los pasajeros esperan la salida del transporte, deben permanecer oliendo el fuerte y desagradable orine que hay esparcido por el piso y los muros; lo que se agrava doblemente por no haber agua para la limpieza del lugar y algunas personas -sobre todo en altas horas de la noche- toman el lugar como improvisado urinario.
Según el Yayo popular personaje de Santiago de las Vegas, lo del agua allí es insoportable, con un gesto de inquietud en su cara dijo: “Uno no puede ni dormir esperando el miserable chorrito, esto es comerse el hígado a mordidas mi amigo”.
Los esfuerzos de las autoridades por normalizar el servicio de agua en Santiago de las Vegas son escasos o no existen según los pobladores. Esta situación se repite una y otra vez.
La Habana, 21 de abril de 2015.