Martes , 27 Junio 2017

S.O.S para un bebé

2Al parecer no se ha terminado todavía la generación “Y”, que ha estado presente en la forma de nombrar tanto a hombres como a mujeres, desde la década del 70 del siglo pasado en adelante. Es una avalancha de personas cuyos nombres comienzan con esta letra; y si quiere confirmarlo puede ver un partido de pelota nacional, donde un gran número de los jugadores tienen nombres que comienzan con “Y”.

Ese es el caso de la joven Yasmary Pérez Pérez , de 19 años de edad vecina de la localidad “El Avioncito” ubicada entre la Avenida Borrego y el Km 1 ½ de la Carretera La Autopista, en el municipio cabecera de Pinar del Río.

Esta joven dio a luz un bebé el pasado día 16 de agosto al que llamó Yankiel Calzada Pérez -también con “y”-, el cual por desgracia y de forma inesperada nació con Atresia Esofágica y con un soplo en el corazón; por tal motivo, a la semana siguiente de su nacimiento, el pequeño fue sometido a una intervención quirúrgica que no tuvo éxito.

Con posterioridad, fue operado dos veces más, el último día del mes de agosto y el 3 de septiembre; quedando esta última vez con una sonda nasogástrica en su estómago para poder pasar el alimento cada tres horas y también con una traqueoscopia, lo que significa que el estado de salud del bebé es muy delicado y requiere de una esmerada atención, muchos cuidados especiales para su estabilidad y evolución.

Ello hace que sea necesario trasladarlo al Hospital Pediátrico Provincial Pepe Portilla para cambiarle la sonda nasogástrica, lo que la mayoría de las veces se dificulta debido que el levine que lleva este procedimiento es el 18 y por encontrarse en falta le tienen que colocar uno del número 22 que es para mayores y no para niños, y mucho menos de tres meses. Habría que adicionar la mala calidad que tienen estos aditamentos.

1Esta familia vive a más de 7 km del hospital y no cuentan con un transporte para acudir allí de inmediato, porque el niño -en reiteradas ocasiones- se queda ahogado debido a unas flemas que se le acumulan,  para la madre es muy difícil salir con rapidez para evitar una complicación mayor.

La muchacha en el período de su embarazo debutó con hipertensión arterial, sumándole que es asmática, requiere de varios medicamentos que tiene que comprar todos los meses y explica que no le alcanza lo que le pagan por la licencia de maternidad que son 200 pesos cup y 8 cuc, el equivalente a unos 16 dólares mensuales.

Ella vive con su bebé en un cuarto de 4 x 4 que le cedió su abuela; su esposo se encuentra sancionado y recluido en una prisión, por lo que no puede ayudar a la economía de la casa, que además no tiene las condiciones necesarias para ser habitada. Entre otros problemas porque no tiene agua potable, el techo es de fibra oscura y se moja; pero por ser muy bajito, el calor es insoportable, afectando al niño; a lo que hay que adicionar la mala higiene de los alrededores.

El régimen no da la opción de comprar módulos de cocción a los nuevos núcleos, motivo por el cual no tiene algún equipo de cocina y tampoco un refrigerador para poder guardar los alimentos; y en específico la leche del niño, que con su situación de salud le es tan necesaria. Tampoco puede molestar a un vecino para que le haga el favor de mantenerla en el frío, porque el alimento es cada 3 horas, además de que se sentiría preocupada de que fuera seguro que en otro lugar le mantuviera todo el cuidado del que requiere.

Esta desesperada mamá en reiteradas ocasiones se ha quejado al Gobierno y al Partido en sus instancias municipales para solicitar que la ayuden en su problema; le han dicho que la van a visitar, pero hasta el momento solo se ha quedado en palabras y ya lleva esperando dos meses. Explicó de forma textual lo siguiente: “En una visita que hice a “Ritica” la jefa del Departamento de Atención a la Población en el Gobierno Municipal, me dijo que le pidiera a mi abuela que me donara la placa de la sala y el cuarto para ellos darme materiales y construir mi casa, le contesté: “se ve bien que ustedes no saben en qué condiciones esta esa placa, ni el tamaño que tiene pues es de una sola habitación y es imposible poder construir”.

“Cada día que pasa empeora más mis condiciones de vida y la salud de mi niño se agrava; cada vez que se me queda ahogado tengo el temor de no poder llegar a tiempo al hospital y también me preocupa cuando hay que cambiarle la sonda nasogástrica, no solo porque no hay la que el lleva; sino porque la que le ponen no es de silicona”.

Como madre, ella ha pedido que le sea concedido ver crecer a su hijo, y solo se materializaría si le dieran el amparo que necesita lo antes posible. Al niño hay que someterlo a otra operación, y no cuenta con las condiciones mínimas para darle el cuidado necesario. Siempre recalcó que su deseo no fue tener un niño con problemas, pero que es su hijo y Dios así lo quiso.

La propaganda constante -que hace el régimen por los medios- de las situaciones de enfermedades y mala vida de los niños en distintos lugares del mundo, podría contener los casos de nuestro país, que son equivalentes.

¡Claro! Siempre la culpa la tendría “el bloqueo”.

Pinar del Río, noviembre de 2016   


 

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