Cuando una persona -de forma individual- se queja por algo que le sucede, lo menos que espera es una respuesta adecuada, pero cuando los lamentos involucran a muchas personas, esperan más que una respuesta: una solución a su problema.
En el municipio San Miguel del Padrón, en la capital, la Empresa de Viales se dispuso a reparar su principal arteria: la Calzada de San Miguel, que tiene un gran flujo de personas transitando por ella, debido a la famosa “Candonga” visitada por muchos compradores y comerciantes “particulares” que allí van.
Hace más de tres meses que comenzó la obra, pero todavía no le dan la terminación debido a que cuando las maquinarias conocidas como “Dragas” quitaban capas de un lugar llamado la curva, rompieron las redes hidráulicas y las de alcantarillados; quedando afectados los repartos Monterrey, Residencial, Alturas de San Miguel y Mirta.
En un espacio de seis cuadras esta calzada quedó inhabilitada para el transporte ya que en diferentes lugares quedaron huecos profundos, los cuales no tienen señalización alguna, por lo que pueden haber lamentables accidentes de autos o personas. Debido a la rotura, los vehículos se desvían por las calles internas de estos repartos, lo que ha traído como consecuencias que se deterioren, ya que no están preparadas para soportar el peso de la carga de los camiones.
Comentan vecinos afectados, que se han quejado ante el gobierno municipal recibiendo como respuesta que pronto se le daría solución. Por otra parte la empresa de Viales responde que las redes hidráulicas y de alcantarillados, no son su responsabilidad, ellos se dedican a las reparaciones de calles. Así mismo, la Empresa de Servicios Comunales de la localidad, explicó a muchos de estos ciudadanos que no era su responsabilidad, ya que fue Viales quien causó la rotura, y además no tienen piezas para reponer.
Esto ha traído como consecuencia que el suministro de agua potable quede afectado parcialmente en esos cuatro repartos, y cuando llega el agua, está contaminada, porque donde está la rotura se mezcla con aguas albañales, infectando así toda la red hidráulica y también crea inundaciones parciales de la vía. Esta agua putrefacta al retirarse el servicio, tiende a absorberse dentro de las tuberías; por lo que al brindar de nuevo el servicio en los días posteriores, el agua llega hasta los hogares turbia y con mal olor.
Un joven llamado Esteban Urivazo quien es vecino de la localidad dijo: “Por esa razón yo busco mi agua bien lejos, porque ni loco me tomo esa agua, el muerto que lo ponga otro”.
El servicio de Salud Pública, les ha indicado a los pobladores que hiervan el agua, o utilicen el hipoclorito de sodio que le se vende en las farmacias locales a un precio de 0.50 cup cada frasco.
En fin solo el pasar por el lugar es alarmante, es por eso que los que residen en el área están desesperados porque le den solución a la situación y dejen de dar justificaciones.