Ciudad de México, 11 de septiembre de 2015
La Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA) rechaza la sentencia de 13 años y 9 meses contra el líder opositor Leopoldo López por constituir una clara señal de la violación de los principios básicos de la Democracia, los Derechos Humanos y el Estado de Derecho en Venezuela.
La ODCA, al igual que los organismos internacionales, partidos políticos y parlamentos, ha expresado reiteradamente su preocupación por el deterioro de la democracia y la vulneración de las libertades políticas en Venezuela. Se han reiterado los llamados al Gobierno de Venezuela para respetar las convenciones internacionales, la Constitución Política y los procedimientos democráticos, sin embargo, no hemos sido escuchados.
El encarcelamiento de opositores es una violación a los derechos establecidos en los artículos 26, 49, 57, 68 y 257 de la Constitución de Venezuela y de los derechos a la libertad de pensamiento y opinión, de expresión, reunión, de asociación y políticos consagrados por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Además, los organismos del sistema de Naciones Unidas han demandado la “liberación inmediata” de Leopoldo López por constituir una “detención arbitraria”, una “violación a los Derechos Humanos”, y una “violación al derecho de un juicio imparcial y al debido proceso”.
La sentencia de ayer contra Leopoldo López no representa solamente la privación de la libertad de un líder de la oposición por ejercer su derecho a manifestarse y expresar sus diferencias. La sentencia de ayer contra Leopoldo López representa la privación de las libertades y de los derechos de todos los venezolanos.
La ODCA advierte que la condena de dirigentes opositores es un punto de inflexión en el proceso político venezolano y una señal definitiva de que Venezuela no es una democracia; que en Venezuela no hay garantías para la oposición política y que en Venezuela no se permite el ejercicio de los derechos políticos.
Lamentamos el silencio y la pasividad de los gobiernos de América Latina ante la sistemática y permanente violación a los Derechos Humanos en Venezuela por un malentendido principio de no injerencia en asuntos internos y por una política diplomática sustentada en el interés nacional. La defensa de los Derechos Humanos es una obligación moral y una responsabilidad internacional consagrada por el derecho internacional consuetudinario y convencional.
La ODCA recuerda a la comunidad internacional que, frente a estas evidencias, es un imperativo moral manifestarse y definirse si se está a favor de la Democracia y los Derechos Humanos en Venezuela.
La ODCA solidariza con los venezolanos y los insta a continuar luchando –por las vías pacíficas y legales- para el pleno restablecimiento de la democracia y formula un llamado a la comunidad internacional para que colaboren en la observación electoral de las Elecciones Venezolanas del 6 de diciembre.
JORGE OCEJO MORENO
PRESIDENTE DE ODCA
FRANCISCO JAVIER JARA
SECRETARIO EJECUTIVO ODCA
Ciudad de México, 11 de septiembre de 2015
