Los inmuebles que se deterioran y luego se abandonan, no son pocos en San Antonio de los Baños, pero al parecer es una constante en todo el país. No obstante, lo que ha sucedido con la antigua lavandería de la localidad, pasó todos los límites.
En la calle 39 esquina a 64, había una lavandería, a la que también se le decía “tren de lavado”; todo el que quisiera o necesitara llevaba su ropa para que fuera lavada y planchada. Era propiedad estatal, y puede decirse que los precios por los servicios que prestaba eran bastante aceptables y asequibles.
Todo funcionó -bastante bien- hasta los primeros años de la década del noventa. Las máquinas de lavado y planchado comenzaron a romperse y deteriorarse, y no encontraron ningún reemplazo y mucho menos la forma de ser reparadas; un poco después fue cerrado definitivamente el lugar y hasta la fecha, nunca más se volvió a ver prestando servicios la lavandería.
Pasado algunos años, se informó de forma oficial, que en este lugar se iba construirse la nueva clínica estomatológica del municipio, ya que la clínica que existe en la actualidad, presenta ciertos problemas y muchas dificultades para prestar servicio en algunos de sus departamentos.
La clínica nunca se llegó a construir, y sin embargo se dio por realizada la obra. El caso es que en ese lugar donde quedan nada más que las paredes de la antigua lavandería, lo único que se puede ver es la maleza que se ha ido extendiendo por todo el interior y la basura que arrojan allí los vecinos de los alrededores.
Aunque muy bien hubiera venido la construcción de una nueva clínica estomatológica en este pueblo, no es menos cierto que la lavandería ayudaba bastante con sus servicios a la población ariguanabense. Pero hoy no es ni lavandería ni clínica, como se dice de forma popular: “ni chicha, ni limoná”, es tan sólo otro lugar abandonado afeando la imagen y el entorno del municipio.
Artemisa, 26 de noviembre de 2015.