Roger García Gutiérrez de 42 años de edad, el 31 de diciembre pasado, sufrió una caída de sus pies y fue llevado al hospital Manuel Ascunce Domenech, en la provincia de Camagüey. La manipulación de Roger allí como paciente no se realizó de la forma adecuada, entre otras cosas porque no aparecía material para ponerle un yeso. Nunca le llegaron a hacer la resonancia magnética que solicitaron sus familiares.
Los médicos dictaminaron cerrar el caso como una contusión en la columna y un posible trombo embolismo pulmonar, pero resulta que el paciente tenía una lesión medular producto de una fractura en la vértebra, resultado corroborado finalmente, por un dictamen de medicina legal.
Roger falleció el día 20 de enero, a las 7.45 pm en la Sala de Terapia, donde –además- no existía un desfibrilador. Murió por un paro respiratorio y no se pudo desfibrilar.
El Dr. Alexis un médico intensivista de ese hospital, explicó que él ya ha planteado a varios niveles –incluso a la dirección del hospital- la necesidad de este equipo y ellos no tienen respuesta para eso. Una médico (que no quiso decir su identidad) que lleva con su madre hospitalizada más de 87 días, nos refiere que ya son cuatro los pacientes que mueren por falta de ese desfibrilador.
Los familiares del paciente afectado demandan al Ministerio de Salud Pública por lo sucedido. Los familiares quieren justicia, debido a esa negligencia criminal que trajo como consecuencias la muerte de otro cubano más, por mala atención médica.
Camagüey, 9 de febrero de 2014.