Martes , 27 Junio 2017
Mentiras y tanques

Mentiras y tanques

A un mes de las elecciones parlamentarias en Venezuela el chavismo recurre, cada día con más descaro y alevosía, a dos elementos que son la negación absoluta de unos comicios que aspiren a celebrarse con garantía democrática. Se trata de meter miedo y decir mentiras. Y para llevar a la ciudadanía esos peculiares recursos de su campaña electoral el oficialismo cuenta con la hegemonía de los medios estatales frente a pocos espacios de periodismo independiente.

El presidente Nicolás Maduro fue el primero y el más rotundo a la hora atemorizar a los electores ante un eventual victoria de la oposición. Si se diera ese escenario, dijo, Venezuela entraría “en una de las más turbias y conmovedores etapas de su vida política y nosotros defenderíamos la revolución.”
El mensaje está claro y por sus palabras pasan los tanques y explota la contienda que palpita en la realidad cotidiana de una Venezuela dividida y enferma. Sin nosotros, propone el discípulo de Hugo Chávez, el caos y la guerra.

Por otra parte, el mismo Maduro y otros figurones del régimen utilizan la prensa controlada para hablar de planes económicos, prometer progreso, estabilidad y bienestar como si las cifras sobre la inflación, la escasez, la pobreza, que ya supera la que padecía el país en 1998, estuvieran en las estadísticas de un país vecino.

La oposición venezolana, por su parte, sostiene su trabajo a pie de calle y es legal y optimista. Se ampara en los resultados de varias empresas consultores que le sitúan por encima de la candidatura chavista porque el gobierno, que tenía un respaldo del 52 por ciento en enero pasado, ha perdido hasta 30 puntos de apoyo, según cinco compañías de encuestas.

Los opositores perseguidos, inhabilitados, bajo el fuego directo y permanente de los jefes chavistas y sus cómplices, confían de todas formas en que podrán alcanzar una mayoría de diputados. No creen que el equipo electoral de sus adversarios puedan, con mentiras y temores, mejorar la imagen del gobierno y darle el triunfo en las urnas.

No hay que descuidarse. Maduro es un experto en el miedo y el engaño. Lo aprendió en Cuba donde, con una libreta de racionamiento y miles de presos políticos en más de medio siglo, sin libertad de prensa, ni de asociación, los panfletos ponen todavía en sus cabeceras titulares como este: El pueblo sabe lo que es el socialismo porque lo está disfrutando a plenitud.

Tomado de elmundo.es


 

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