Manzanillo es un municipio de la provincia Granma, con una desastrosa infraestructura que lo hace acreedor de ser en este aspecto uno de los peores del país. Pasan los años y no se le da mantenimiento a las viviendas residenciales, y ni siquiera a los edificios estatales.
Los trabajos constructivos que se ejecutan son de mala calidad y no existen presupuestos adecuados para las obras, lo que empeora cada día esta triste situación. La empresa estatal de la construcción, que lleva el nombre de Microbrigadas Sociales, informó oficialmente que en el año 2015 de un plan de 14 viviendas solo pudo terminar 8 y ante estos pobres resultados, alegaron déficit de materiales tales como: acero, áridos y la falta de mano de obra, pues la entidad no cuenta con suficientes trabajadores para acometer las tareas que tiene asignadas.
Esto se explica con el hecho de que los salarios en esta actividad son muy bajos y las jornadas son arduas, es por ello que los trabajadores prefieren ir a engrosar las filas de las cooperativas privadas donde hay mejores opciones.
Por los malos resultados obtenidos la empresa Microbrigadas Sociales dejará de tener como su objetivo principal la construcción y pasará a producir materiales constructivos alternativos, tales como: pintura, mosaicos, celosías, baldosas y balaustres entre otros; sin embargo muchos obstáculos tienen que sortear, como sucede con toda iniciativa estatal, cargada de dificultades objetivas y subjetivas pues solo cuentan con 4 equipos para la transportación y no se encuentran en buen estado técnico.
Han informado que tienen 2 máquinas -pero manuales- para fabricar bloques y solo un molino para triturar la piedra. Además deben de vincular a cuentapropistas, con la promesa de que la Empresa les proporcionará los recursos necesarios; pero todavía no poseen los elementos de financiamiento imperiosos para conocer cómo pagarán a los que se incorporen a este proyecto.
El otro agravante es que esta naciente Empresa necesita en sus inicios ser apoyada por otras entidades estatales. Lo cierto es que mientras se buscan fórmulas; la situación constructiva en Manzanillo se mantiene estancada. Edificios multifamiliares como el Inglaterra sin terminar, obras sociales -alunas sin comenzar y otras sin concluir- como: el Policlínico Comunitario #1, la farmacia piloto, la cafetería 1906, el Salón Rojo, el cabaret Brisas del Mar y otras más de una lista de no acabar.
También hay algunas edificaciones esperando para ser demolidas, por el riesgo potencial de derrumbe en que se encuentran, con peligro para la vida de los transeúntes que circulan por sus alrededores.
Después de tantas dificultades, es indiscutible que se hace imperante hallar estrategias viables y confiables que cambien y mejoren el entorno y confort tanto para Manzanillo como para sus moradores.
Manzanillo, 26 de mayo de 2016.
