A la conexión Wi Fi en nuestro país se le da un uso bastante limitado, no sólo porque hay sitios a los que el régimen no permite el acceso, pero porque en Cuba las personas -entre otras cosas- no tienen una cultura cultivada para hacer un uso amplio de esta tecnología.
Desde que se decidió que se activaran algunas zonas Wi Fi para que los cubanos comenzaran a tener un poco de acceso a internet, estos sitios no dejan de verse concurridos a todas horas del día; pero ¿Con qué propósito es más utilizada el internet por los cubanos hasta el momento?
Para sólo citar un ejemplo, pudiera hablarse de la localidad de San Antonio de los Baños, perteneciente a la provincia de Artemisa, donde hace ya unos cuantos meses fue activada una zona Wi Fi, en el parque de la Iglesia Católica. Allí se ve a diario gran cantidad de ariguanabenses conectados, pero para lo que más suelen hacerlo es para comunicarse por correo electrónico con amistades y familiares en el exterior.
Es muy raro escuchar a alguien comentar de noticias, de ediciones digitales de periódicos y revistas, lo que implica que no hay algún interés hacia la actualización noticiosa a través de este medio que resulta bien efectivo para la información.
La población de nuestro país -de forma general- vive ajena a la cultura de mantenerse informada con relación a lo que sucede dentro y fuera de Cuba. Se puede decir que es algo a lo que ya se ha acostumbrado: “a las mentiras del Noticiero Nacional de Televisión”.
Se puede afirmar que internet en San Antonio de los Baños sólo se utiliza para el correo electrónico y en algunos casos para las redes sociales como Facebook, a través de las cuales hacen intercambio con personas de otros países.
Todo gira en torno a ampliar el conocimiento de lo que está pasando fuera relacionado con el nivel de vida de otras personas, ya sean conocidas o no. Se puede afirmar que es algo que se ve a nivel de cualquier edad en nuestra sociedad; es una especie de ansia de saber lo que los demás tienen y ellos no pueden acceder.
Ni en los más jóvenes existe un interés hacia la información, ni siquiera a conocer sobre la vida y cultura de otros lugares del planeta; y mucho menos las reseñas políticas, porque -además- todos saben que están siendo monitoreados.
Esto define -de forma clara- hasta donde ha llegado la desinformación aquí, las personas -a pesar que saben que se les dicen mentiras- no sienten interés alguno por conocer la verdad, solo se preocupan por intercambiar con gentes de otros lugares acerca de temas como la posibilidad de salir del país y el nivel de vida.
Es por eso que el régimen no muestra gran preocupación por este tipo de actividad, porque no le representa en el corto plazo ningún problema político. Sería importante por parte de los opositores dentro de la isla, fomentar e incentivar un interés hacia el conocimiento de la información de todo tipo; a pesar de que por ser tan caro el acceso a las redes Wi Fi, los que pueden conectarse reducen su tiempo a resolver problemas familiares y en particular aquellos vinculados a su posible salida del país.
Artemisa, 26 de mayo de 2016