Martes , 27 Junio 2017

La maldita circunstancia de los basureros por todas partes

Parafrasear el título del poema “La maldita circunstancia del agua por todas partes”, del dramaturgo y poeta Virgilio Piñera, fue la forma en que quise llamar este trabajo, en el que trato un mal terrible e interminable que tanto golpea la imagen de las calles de nuestro país, los micro vertederos que se multiplican sin cesar por todas partes y que no tienen solución por parte de las autoridades, que son las que los generan, porque no tienen un sistema efectivo de recogida de basura.

Es como si fuéramos a acabar ahogándonos en la basura; pero donde más se puede constatar esto es en la capital. No escapa de esta triste situación ninguno de sus 15 municipios; en particular en Playa, donde está ubicado el barrio de Miramar, zona residencial de extranjeros por excelencia, hay calles –incluso doble vías- que a cada paso tienen un micro vertedero que tanto las deslucen.

Incluso en estos días han cortado algunos árboles y han dejado en la calle los troncos y las ramas sin recogerlos, trayendo como consecuencias que cuando llueve las personas no tengan ni por donde pasar, como se puede ver en la esquina de 5ta A y 36.

En cualquier esquema organizativo y con alguna racionalización de los recursos, de esos mismos recursos que el régimen se queja que no tiene, es inconcebible pensar que se corten las matas y los que hagan esta tarea no sean secundados por un camión que recoja los pedazos, que en el caso de los árboles muy viejos son grandes troncos de madera.

Si se camina por la calle 70 también se pueden encontrar estos basureros a lo largo de la calle que es bien concurrida. Nadie sabe la procedencia de toda esta basura y escombros, quizás hasta provengan de centros de trabajos estatales avecindados en los alrededores; pero lo que sí es muy cierto es que se trata de una gran despreocupación de los dirigentes que se encuentra al frente de la Empresa de Comunales en dicho municipio de la capital.

Es imposible que estos basureros que abarcan algunos metros cuadrados pasen desapercibidos e incluso los olores desagradables y molestos para los que por allí transitan y los vecinos de los alrededores, sin considerar que constituyen focos infecciosos.

Vivimos en un país tropical que por sus condiciones climatológicas esta expenso a disimiles epidemias y virus; los desechos contienen todo tipo de bacterias que pueden provocar enfermedades, y cuidar la limpieza de la vía publica debe ser un tema de prioridad para el régimen, que tanto dice velar por la salud y bienestar del ser humano, no solo en Cuba, pero en otros países a donde envía nuestros médicos. No acaban de entender que el pueblo cubano precisa una mejor calidad de vida.

La Habana, 2016


 

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