Martes , 27 Junio 2017

La cultura no tiene momento fijo

El retorno de Abel Prieto al Ministerio de Cultura, no ha tenido mucho éxito, en particular porque ha cambiado incluso la moderación de su línea, por un lenguaje bastante duro y oscuro; pero eso no quiere decir que los problemas culturales se hayan resuelto en el país.

Aunque como dijo Fernando Ortiz, “la cultura no es un lujo sino una necesidad”; en nuestro país se usa para la política, por lo que ha caído en el basurero de todo aquello desechable.

Si quiere ver un ejemplo puede acudir a la intercepción de las calles 70 y 27 en el municipio capitalino de Playa, donde haciendo esquina está lo que queda de la librería que lleva el nombre de Juana Borrero. (Ella fue una poetisa y pintora cubana del siglo XIX, que murió a los 18 años de edad y fue considerada prodigio) Se supone que la idea de ponerle su nombre a esta unidad haya surgido con el propósito de rendirle homenaje a esta joven, pero al parecer a no se le ha dado la importancia que requiere, llegando a desvanecerse en el tiempo, tal y como se acostumbra en el país.

Hace ya varios meses que la librería se encuentra cerrada, sin ofrecer servicios, su estado es deplorable ya que debido al abandono de tanto tiempo el polvo es visible en el interior y los libros sin usar, desordenados y tirados por todo el local, escobas, cajas amontonadas es la imagen que ofrece en la actualidad.

Por si fuera poco, a través de algunos cristales rotos que faltan de las puertas y ventanales se ha convertido el lugar en algo fácil para algunos que van y roban los libros que les quedan al alcance de la mano

Semejante situación no ha de ser ajena para el directivo de cultura del municipio de Playa, ya que se trata de una librería estatal la cual se encuentra en un sitio bastante céntrico, y por tanto está a la vista de todos; tampoco para el Ministro del ramo que está tan cerca de la alta gerontocracia del país.

Por lo que puede verse a través de los ventanales, en el local existe una cantidad de libros que pudieran estar siendo utilizados por personas que lo necesitan -aunque no se sabe qué tipo de material es- y sin embargo están allí llenos de polvo y con la posibilidad del estrago de las polillas en sus páginas.

En la actualidad de forma constante en el país la propaganda de los medios hace su trabajo contra el embargo, para el régimen “bloqueo” y se puede escuchar sobre la carencia de materias primas y materiales que esto acarrea, para la impresión y publicación de libros, incluso para los educandos. Pero si existen estas carencias por qué se permite que sucedan estas cosas, que incluso conlleva también que se ha dejado de llevar a cabo su objetivo para el que fue creada que es facilitar conocimiento y cultura a la sociedad.

Los libros que están allí abandonados -a su mala suerte- no fueron escritos y publicados para que ahora estén en ese triste estado, por eso cuando se habla en el país de la importancia que tiene la cultura, es solamente discurso, porque no se lleva a la práctica.

La librería Juana Borrero es uno de los tantos malos ejemplos para la comunidad -sobre todo para los más jóvenes- que constatan así que el conocimiento no es tan necesario porque se deja al abandono. Habría que enseñarle entre otras cosas al régimen que cultivar y educar, acompañados de la ética, son base de toda sociedad.

Es por eso que como decía un popular personaje de la televisión cubana: “la cultura no tiene momento fijo”. Lo que traducido a la práctica significa que unas veces sí y otras no.

La Habana, 2016.


 

Scroll To Top