Al hacer un recorrido por toda la calle Neptuno, en el municipio de Centro Habana, nos podemos dar cuenta que la capital de hoy no es la misma que la de ayer.
Antes se podían apreciar sus calles limpias, las tiendas con carteles lumínicos, y sus vidrieras adornadas con maniquíes que vestían la moda del año; toda alumbrada con bellos faroles; los edificios pintados en buen estado y las calles sin huecos; bien hermoso esa era la Habana.
Ahora en especial en la calle Neptuno, hay una destrucción total; las tiendas casi vacías porque no hay que ofertar, los precios de los productos caros, con relación al salario que ganan los trabajadores. Algunas prendas de vestir, incluyendo los zapatos, están pasadas de moda.
Sin embargo, al lado de lo que un día fue un edificio y hoy es un montón de escombros, se puede leer un cartel que dice: “Unidos por un socialismo próspero y sustentable”, que es una terrible ironía.
No hay comparación en lo que fue la capital de los cubanos y lo que es hoy, para arreglarla habría que reparar casi todo, va a ser muy difícil recuperar La Habana.
La Habana, 22 de marzo de 2014.