Los servicios de gastronomía en el municipio de Manzanillo, que forma parte de la provincia Granma, se mantienen en dificultades; sin la correspondiente y necesaria supervisión de sus dirigentes administrativos.
Entre los aspectos que causan que se desluzca esta actividad, está el hecho de que hace alrededor de dos años no les entregan uniformes a sus empleados, para mantener un correcto porte y aspecto. Tal situación se ve más negativa en los hombres que usan camisas y pantalones desgastados.
Pero no es solo esto lo que está influyendo negativamente en este servicio, por ejemplo, en la unidad Génova, situada en José Miguel Gómez entre Doctor Codina y Saco, los espaguetis con un valor de 10 pesos moneda nacional (cup), no llevan el queso y la salsa de tomate adecuados y para llevar a cabo el servicio, tienen manteles manchados de grasa.
En la misma dirección se encuentra ubicada la coquetería “Arlequín Pinocho”, donde ofertan pan con croquetas con sabor a pescado, pero con muy mala calidad y también habría que cuestionar las condiciones higiénicas, a pesar de ser un local pequeño, por lo que resulta no acogedor.
De la misma manera está muy cerca la hamburguesería “La Central”, allí las hamburguesas al precio de 2 cup son de mala calidad en su confección y de forma general las personas no las digieren bien.
Pero otra cosa sucede si hay alguna inspección avisada, por ejemplo, en meses recientes, la unidad “Las Variedades” situada en la avenida Paquito Rosales, dedicada a la atención a personas con asistencia social y de la tercera edad, estaba bajo un proceso de higienización, pues esperaban una visita y tenían como menú: pollo frito, arroz blanco y tomates. Pero algunos usuarios que prefieren llevarse la comida para sus casas, manifestaron que los platos frecuentes y tradicionales son el arroz blanco, sopa clara y una que otra vez un picadillo de pescado salpicado con puré de tomate y de presencia y gusto no agradable al paladar.
Otro comedor para asistencia social, llamado La Campana, se encuentra con características parecidas en su menú y sobre todo con poca calidad; por lo que estas personas de economía deprimida y con mal estado nutricional continúan depauperándose, ya que -según plantean los trabajadores- a estas unidades no les mejoran sus abastecimientos, para que puedan brindarle la dieta balanceada que ellos necesitan.
No quisiera dejar de mencionar, aunque sea por último a la carnicería especial Rex, ubicada en la calle Martí y que ofrece a la venta, productos del mar en forma de picadillos y croquetas y otros llamados saborizados, por lo que los manzanilleros jocosamente dicen dejo de ser carnicería y ahora es pescadería.
En Manzanillo la gastronomía es mala, tanto por sus escasas opciones como por la mala calidad de los productos que oferta; sin dejar de destacar la poca profesionalidad de la mayoría de los integrantes de este gremio.
Manzanillo, 31 de mayo de 2016.