Francisco Cuevas Bueno, un joven de 26 años, vecino de la calle 82ª, # 7910, en Güira de Melena, provincia Artemisa; es uno de los tantos casos de personas damnificadas por desastres naturales, que aún quedan sin ser resueltos.
Este joven cuando apenas tenía 16 años de edad quedó sin vivienda, al ser destruida totalmente al paso del huracán Charley, el 13 de Agosto de 2005.
Francisco explicó todas las gestiones que ha tenido que realizar para que le asignen los materiales, que según el régimen serían dados de manera gratuita a los casos más críticos. Él quedó huérfano de padre y madre muy joven y no pudo terminar sus estudios.
“Desde el año 2005 estamos en esta situación, cuando todo pasó nos albergaron en una escuela y estuvimos allí mucho tiempo; después una amiga de mi madre nos dio albergue hasta que levantáramos la casita. Mi mamá se enfermó y al ella fallecer tuve que comenzar todo otra vez, pues en vivienda todo es muy complicado. Siempre hay un tremendo “peloteo” a pesar de que de forma inexplicable mi casa aparece en los papeles de ellos como terminada; incluso con los planos que tuve que hacer dos veces”. Nos contó Francisco.
Y continuó diciendo: “En este momento estoy en un alquiler con mi mujer, todo se dificulta porque además de la comida tengo que disponer de 500 pesos mensuales para el pago del lugar, (20 cuc) de lo contrario me quedo en la calle. Trabajo en lo que aparezca, lo mismo voy a la construcción, agricultura o hago guardia por las noches, el caso es hacer dinero para tratar de salir adelante, ya que esta gente me tiene abandonado”.
Como el caso de Francisco existen muchas familias en Güira de Melena y en toda Cuba, por donde quiera que haya pasado un ciclón, que esperan por los recursos que se les prometieron, algunas viven en condiciones deplorables, sin un techo seguro donde resguardarse, y el régimen hace caso omiso a sus necesidades.
Artemisa, 4 de agosto de 2015.