Alexander Zaldívar Puerto, periodista ciudadano de la publicación “Luz Camagüeyana”, quien se desempeñaba como Salvavidas de la Cruz Roja Cubana en el centro recreativo conocido por Villa Azúcar, en esta urbe camagüeyana, fue expulsado de su puesto laboral, por el director de la Cruz Roja en la provincia agramontina nombrado Vicente.
Según alegó este directivo, el supuesto motivo de la expulsión fue una noticia que publico Alexander, en la que se narra un lamentable suceso acaecido en el Campismo “Alzamiento de las Clavellinas”, donde lamentablemente falleció por ahogamiento un menor de 15 años de edad. Alega además el “Cuadro”, que la jefa de personal de Villa Azúcar se mostraba inconforme, con la presencia como salvavidas de Zaldívar en ese centro, pues plantea que Alexander es un opositor al gobierno, que no era de confiar y temía que, en algún momento este pintara grafitis antigubernamentales dentro de la Villa.
La noticia sobre el suceso luctuoso se publicó en la edición 12 del 15 d junio del presente año del Boletín “Luz Camagüeyana” perteneciente a la ONG ICLEP, bajo un seudónimo para proteger la relación laboral del periodista, suponemos que ataron cabos. El hecho es que estamos en presencia de una violación más de las tantas que se cometen impunemente por las autoridades en este país, contra los derechos humanos más elementales; debería violar igualmente la propia Constitución de la República de Cuba, pero no lo hace, puesto que esta no reconoce como un derecho, la opinión política de sus ciudadanos, si esta es contraria a los intereses del socialismo, o lo que es lo mismo: a los intereses de los que detentan el poder.
Por su parte la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 2, expresa con claridad los derechos y libertades que tienen todas las personas, sin distinción entre otras, de su opinión y condición política. Evidentemente en este caso como en muchos otros se viola de manera fragrante este artículo.
No es ocioso destacar que Cuba es firmante de la Declaración Universal de los Derechos Humanos desde su aprobación en Paris, el 10 de diciembre de 1948, firmantes, pero como han demostrado desde enero de 1959, no son garantes; todo lo contrario, pisotean de manera continuada y alevosa sus artículos, justificándose con descaro olímpico y reiterativo, de que, respetan y garantizan derechos tales como el acceso de todos los cubanos a la salud y la educación, esto está bien pero, no justifica de manera alguna que violen los otros derechos básicos de sus ciudadanos; a fin de cuenta en otros países como los de la Unión Europea, existe un buen sistema de salud pública y de educación, amén del respeto por los derechos básicos de sus ciudadanos. Aquí el sistema trata de ocultar esa realidad censurando y manipulando a su conveniencia, las noticias que publican en los medios de difusión estatales; cualquier persona en Cuba se puede percatar con facilidad, en las recurrentes imágenes televisivas o en los artículos de la prensa escrita, de que, en esos países donde ocurren manifestaciones y huelgas, existe un sistema de democracia que permite que eso ocurra, por la sencilla razón que es un derecho inalienable de sus ciudadanos manifestarse y exigir cuando consideran que sus derechos han sido vulnerados. En nuestro país lo anterior es ilegal; si Alexander recurre a la variante de quejarse mediante un escrito, chocara con una pared burocrática, si decide manifestarse y protestar frente a la sede del partido único o del Gobierno, la policía le echara el guante e ira a parar de manera irremediable a las mazmorras.
Esta noticia podrá quizás parecer intrascendente a algunas personas, pero les aseguro que lo que le sucedió a Zaldívar es solo la punta del iceberg (quien escribe paso por algo parecido), por que sepan que uno de los mecanismos más diabólicos empleados por el régimen de la Habana, es utilizar el miedo de los cubanos a perder su empleo, dado que la mayoría de estos son empleados estatales; es por eso que el resto del mundo no entiende por qué tantas personas en Cuba, acuden a los desfiles del 1ro de mayo, es por eso: por miedo. Es por eso que la mayoría del pueblo cubano lleva un opositor dentro, pero solo dentro, el temor les impide decir lo que sienten y lo que opinan del régimen, solo una minoría que también teme se atreve, mis respetos para esa minoría y, ¿por qué no?, también para la mayoría que calla, algún día se atreverán.
Camagüey.
