En el siglo pasado, antes de la “Revolución”, en el país existían numerosas tiendas dedicadas a la venta de efectos de ferretería, en particular en la capital estaba ubicada una conocida como “Feíto y Cabezón”, que era lugar de referencia cuando se necesitaba un artículo de esta categoría.
En la actualidad, cuando usted transita por las calles de cualquier localidad del país, puede ver un nuevo tipo de ferretería, que se podría denominar “ambulante”. Son pequeñas estantes, ubicados en portales u otros lugares públicos que venden disímiles artículos muy necesarios para el hogar.
Por ejemplo en el artemiseño municipio de San Antonio de los Baños, se pueden encontrar varios de estos pequeños negocios dedicados a la venta de artículos de este tipo, en su mayoría confeccionados de forma rústica. Allí están a la venta: piezas para ventiladores, lavadoras, fogones; también podrá adquirir brochas para pintar, diferentes herramientas, etc.
Todas estas mercancías, al ser confeccionadas industrialmente, cuentan mucho más en las tiendas conocidas como “shoppings”, que venden en las dos monedas; pero estas vendutas constituyen la competencia, porque en ellas se encuentran –incluso- artículos que en los establecimientos del Estado no hay en existencia.
Hay quien dice que las piezas que se adquieren en las tiendas oficiales, son menos fuertes que las que se pueden comprar a los cuentapropistas que suelen hasta durar más.
A pesar de que existe en cada localidad un número de personas apreciable que se dedica a este negocio por lo práctico que resulta dada la demanda de los clientes y sus ofertas, indagando con los dueños pudimos conocer que la venta se comporta bien.
Lo preocupante para estos pequeños empresarios es justificar el origen de las materias primas que utilizan. Hace apenas unos días el régimen mandó un mensaje al respecto en su programa dominical “Tras la Huella”, que trata sobre diferentes casos de ilegalidades y al final emite un parte con el rosario de años que tienen que cumplir los que las ejecutan. En este caso se refirieron a los que venden alambres eléctricos para confeccionar diferentes artículos de uso doméstico.
Como es de todos conocido la venta de materia prima y materiales por parte del Estado, para la fabricación artesanal, tiende a cero. El Estado que tiene el monopolio del abastecimiento, no ha considerado comercializar al por mayor este tipo de medios a los productores, aunque en ocasiones se ha referido al problema.
Sin embargo la población siente que es una facilidad para la adquisición de artículos importantes del hogar de plomería, albañilería, carpintería y pequeñas piezas de repuesto, que en ocasiones no pueden ser adquiridos en las tiendas estatales.
Una de estos locales particulares de venta, tiene un letrero que puede considerarse en algún momento por el régimen como contrarrevolucionario. Pintado en la madera de una especie de estante donde exhiben los productos dice: “Esto es la solución”.
Artemisa, 15 de diciembre de 2015.