Tener esperanza de conseguir lo que se desea, es creer que ha de suceder algo, especialmente si es favorable, porque ello implica poner en alguien la confianza de que hará algún bien, cuando parece que lo que se espera ha de cumplirse muy tarde o nunca. Esto es lo que sucede en la sociedad cubana, cuando todo el mundo conoce que muy poco se le soluciona al pueblo.
Sobre ello se le podría preguntar a la señora Niurys Pérez, una madre muy sufrida y desesperada por la situación tan difícil en la que se encuentra viviendo junto a su familia, desde hace muchos años. Se puede decir que estas personas cohabitan en un grado extremo de desgracia, pero tienen que adaptarse a la realidad nacional, porque nadie de los que se supone le resuelva su problema le interesa mucho el calvario por el que están pasando.
Ella es la mamá de una adolescente de 17 años de edad nombrada Rosmery Ramos Pérez, que es, retrasada mental. Esta joven ha tenido que ser sometida a intervención quirúrgica en 11 ocasiones; por presentar problemas en sus pies, que no le permiten caminar. Rosmery padece de la enfermedad talipes equinus (conocida como pie zambo), y está pendiente a ser cometida a una operación de corazón abierto, que tiene peligro para su vida.
En el año 2012 este caso fue presentado ante la Asamblea Provincial del Poder Popular, ya que vivían en un bohío de guano de 8 metros cuadrados, con piso de tierra, sin baño ni cocina y mucho menos agua potable.
Como una solución temporal, se les construyó un local de 12 metros cuadrados, las paredes son de asbesto cemento sin cocina, sin agua potable en el cual viven 4 personas: Niurys, sus dos hijos y su esposo. En aquel entonces el gobierno de la provincia le prometió que en 6 meses le construiría una vivienda digna. Han pasado 4 años y la promesa se olvidó, pues continúan habitando en lo que fuera un lugar transitorio, con las mismas pésimas condiciones que fue construido y que afectan el normal desarrollo de sus hijos adolescentes.
Debido a la necesidad de cuidar a Rosmery, que no puede valerse por sí misma, su mamá no trabaja, además no tiene ningún familiar con quien poder dejarla para que se la cuiden y así lograr ayudar en la economía familiar. No recibe ningún tipo de pensión por Seguridad Social, pues su esposo trabaja en el campo, con un salario básico de 250 pesos cubanos mensuales, (10 cuc), lo que no les alcanza para comprar los alimentos y mucho menos las medicinas que necesita Rosmery.
Esta pobre familia no cuenta ni siquiera con ropa de cama para su hogar y mucho menos para llevar cuando la joven ingresa en el hospital; lo que utilizan son pedazos de tela de tapar tabaco en las áreas de cultivo y en los depósitos.
Niurys ha presentado su caso a todas las instancias del país, sin recibir una respuesta positiva a su situación, de lo que se desprende que a nadie le interesa las condiciones en las que está viviendo su familia y en particular esta adolescente con graves trastornos síquicos y de salud, si se tiene en cuenta su cardiopatía.
La situación de esta familia se ha convertido en una constante en el país, a pesar de que se vitorea por los medios, que este es un régimen de justicia social. ¿Dónde podrá encontrar esta familia su justicia?
Pinar del Río, noviembre de 2016