El activista Gilberto Pérez Oliva, preso en la prisión municipal de Morón e internado en la sala médica de Penados del hospital de esa localidad, en la provincia de Ciego de Ávila, quiere dar a conocer, que en esa cárcel no se ha indultado a algún enfermo crónico, ni a nadie que le corresponda la libertad condicional hasta 2016, lo cual constituye un incumpliendo de lo informado por la prensa oficial y hasta donde tiene conocimiento ha sucedido igual en toda la provincia.
Hay cinco casos de enfermos crónicos en esa sala de penados y a tres de ellos les corresponde la libertad condicional y éstos son:
José de Jesús Carvajal Blanco, de 30 años de edad, sancionado a 4 años por lesiones y ha cumplido 3. Es psiquiátrico desde antes de su encarcelamiento. Ha tenido cuatro intentos de suicidio y estuvo en terapia intensiva antes de ingresar en la sala de penados. Padece además de epilepsia crónica. Le corresponde la libertad condicional en diciembre de 2015.
Fernando González Herrera, de 27 años de edad, cumple 7 años por lesiones. Está ingresado por ser un caso psiquiátrico. Se ha cortado la cara por cuatro lugares. Le corresponde la libertad condicional en noviembre de 2016.
Orlando Sánchez Rodríguez, de 38 años de edad. Ha cumplido 18 años de los 22 en que fue sancionado por hurto y sacrificio de ganado mayor. Hace 4 años y 6 meses que le correspondía la libertad condicional y se la han negado. Tiene padecimientos psiquiátricos, ha tenido cuatro intentos de suicidio y la última vez le tuvo que cortar la soga el propio Gilberto. Ha padecido cuatro veces de tuberculosis y no le han hecho los chequeos correspondientes. El único familiar que tiene con vida es su abuela, que está grave y no le han dado pase para verla.
Midel González León, de 41 años de edad. Fue condenado originalmente a 4 años por receptación, pero por un delito en prisión, que alega no cometió, le elevaron la pena a 10 años. Padece de miocardia dilatada severa, que consiste en un crecimiento desmesurado del corazón, lo cual implica una operación y los médicos le han dicho que sería necesario realizarle un trasplante. Ha tenido dos coágulos en el corazón casi mortales. Según informa Gilberto, está vivo de milagro. Midel quiere denunciar a María Teresa Nápoles, del CLEP (Control de la Legalidad y Estabilidad Penal) la cual respondió a su solicitud de liberación indicándole sin ningún aval médico que su padecimiento es compatible con el régimen carcelario.
Gilberto Pérez Oliva, de 42 años de edad. Cumple una condena de 10 años por desacato a la policía. Padece de forma crónica de hepatitis C en el hígado. El brindó estas informaciones y está en huelga de hambre exigiendo la libertad de estos cuatro enfermos crónicos y la suya. En la mañana del domingo 13 de septiembre fue agredido por el guardia Carrillo de esa sala de penados por poner carteles exigiendo el indulto y en la tarde de ese día fue amenazado por agentes de la Seguridad del Estado de sacarlo de la sala.
La Habana, 15 de setiembre de 2015.