El Observatorio cubano de Derechos Humanos (OCDH) coordinó la visita de un grupo de opositores cubanos al Parlamento Europeo, del 3 al 5 de marzo, para poner de manifiesto el importante rol a jugar por la sociedad civil y en particular por la oposición cubana (grupo diverso en lo político pero con intereses convergentes, especialmente en materia de derechos humanos) en el previsto nuevo escenario de la normalización de relaciones entre los Estados Unidos y Cuba, y especialmente en el futuro de nuestra nación.
La delegación a Bruselas estuvo conformada por Bertha Soler, líder de las Damas de Blanco, Manuel Cuesta Morúa, del Partido Arco Progresista, Andrés Hernández, vicepresidente de la Internacional Demócrata de Centro (IDC), Elena Larrinaga y Alejandro González Raga, estos últimos Presidenta y Director Ejecutivo del OCDH.
La jornada comenzó con un Desayuno de Trabajo organizado por el Jaroslaw Walesa, de Plataforma Cívica (Polonia), auspiciada por el también eurodiputado Juan Salafrana (Secretario General Adjunto y Jefe del Servicio de Política Exterior del PPE), y continuó, durante ese y el siguiente día, con sendos encuentros y reuniones con distinguidos eurodiputados de España (Ramón Jaúregui, PSOE, Presidente de la Comisión del EUROLAT, y Antonio López Ísturiz, Secretario General del Grupo Popular Europeo), Italia (Fabio Massimo Cataldo, Grupo Europa de la Libertad y de la Democracia Directa, Partido Movimento 5 Stelle), Alemania (Hans-Olaf Henkel, Vicepresidente del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, Partido Alternative für Deutschland y Elmar Brok, de CDU y Presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento europeo), Austria (Ultime Lunacek, Vicepresidenta del Parlamento Europeo, Responsable de los Premios Sakharov, miembro del Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea y del Partido Die Grünen – Die Grüne Alternative) y Grecia (Sofia Sakorafa, Confederación de Grupos de la Izquierda – Verdes de Europa, y Presidenta de la Delegación para las Relaciones con América Central y Cuba).
Al mismo tiempo que Christian Lefler, responsable de la negociación del Acuerdo Bilateral de la UE y Cuba, se reunía en La Habana con las autoridades cubanas, miembros de su equipo, encabezado por Kenneth Bell, Jefe de la división de Asuntos Exteriores de México, Centro América y el Caribe, se reunían en Bruselas con nuestra delegación. También sostuvimos un encuentro con el equipo de Human Rights Action; con Fernando Maura Barandiarán (del partido español UPyD), Vice Pesidente de ALDE, Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa y con Javier Nart (del partido español Ciudadanos), igualmente de ALDE y Vicepresidente de la Delegación de la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP. Y, de manera destacada, con la oposición venezolana, representada en Vanesa Ledezma, hija del recién encarcelado alcalde de Caracas Antonio Ledezma.
Las actividades de estos días en Bruselas también incluyeron comparecencias en la Asamblea del Grupo Parlamentario de Friends of Cuba, la Comisión de Exteriores, y en la Asamblea Política del Partido Popular Europeo. El balance final fue positivo en cuanto a receptividad y compromiso con los derechos humanos del pueblo cubano.
Aunque queda mucho por hacer, el OCDH agradece la acogida brindada y el acompañamiento en los objetivos planteados en estos encuentros. Y esto es, que se ha puesto de manifiesto consensos entre la oposición cubana; se ha llegado a diferentes grupos políticos con un mismo mensaje no ideológico sino de respeto a los Derechos Humanos; y se ha facilitado la comunicación directa entre la sociedad civil cubana y las instituciones europeas, un paso necesario para legitimarla como interlocutor imprescindible y válido para un diálogo sobre los cambios necesarios en Cuba. De hecho, se ha pedido a la Unión Europea una autonomía de agenda en la isla, sin “pedir permiso” para visitar a la oposición, y que, dentro del nuevo “estatus de normalización”, apoye la petición de legalizar a las asociaciones no gubernamentales no afines al régimen, su consideración para los programas de cooperación al desarrollo, y la inclusión progresiva de la oposición cubana en el diálogo de la Unión Europea con Cuba. Porque todos formamos parte de la nación cubana y todos debemos ser parte activa de su futuro democrático.