Primero se dejó abandonar, luego al paso del tiempo vino el derrumbe que costó la vida de una persona, y ahora está en el olvido.
En la calle 7, en el municipio de Bejucal, perteneciente a la muy reciente creada provincia de Mayabeque, existía un local -no pequeño- en el que se encontraba una carpintería. Era una construcción vieja, de paredes de piedra de canto y techo de madera y tejas. El deterioro del inmueble se hacías ya visible y llegó al punto de convertirse en un sitio peligroso, por estar en riesgo de derrumbe.
Pasaba el tiempo y todo seguía igual, el lugar sin cerrarse y continuaban personas trabajando allí en esta carpintería, hasta que el día que todos sabían que llegaría, se hizo presente. Fueron unos aguaceros los que terminaron por contribuir al derrumbe, paredes y techo vinieron abajo, cuando por desgracia se encontraban personas allí, y ocasionó la perdida de la vida de un ser humano. Todo ello aconteció hace un tiempo aproximado de un año.
Pero ahora el local se encuentra en otra fase: “el momento del olvido”. Hoy solo se ven las pocas paredes y columnas que quedaron, y la maleza apoderándose del sitio que muy bien pudiera ser aprovechado.
En la zona hay una gran cantidad de familias que tienen problemas de vivienda, a las que se les pudiera construir allí; o hacer algún establecimiento que brinde servicio de cualquier tipo a la población, que muy bien vendría para contribuir de cierto modo al mejoramiento de la calidad de vida del pueblo de Bejucal.
Pero es un infortunio ver el desdén de las autoridades locales para con estos problemas, y han permitido que el lugar se convierta en un vertedero de basura, y por ende vuelve a reciclarse el mal, primero el derrumbe y ahora las enfermedades.
Mayabeque, noviembre de 2015.