Situado en el centro de Manzanillo, en la provincia Granma se encuentra el parque Carlos Manuel de Céspedes, lo que fuera un bello lugar para el descanso y esparcimiento de adultos y niños. Posee una joya arquitectónica, la “Glorieta Morisca” inaugurada el 24 de junio del año 1924, con sus materiales fundamentales importados de España y que es una réplica de la que existe en la ciudad española de Granada.
En la actualidad este lugar provoca tristeza a los manzanilleros, que ven cómo la remodelación de este sitio lleva meses y meses sin que se avizore la culminación de esta obra, lastrada por disímiles motivos: falta de presupuesto, la no llegada de cemento y arena; así como la necesidad de mano de obra ocasionada por los bajos salarios que reciben los operarios y por qué no mencionar la morosidad de los funcionarios gubernamentales locales, que no muestran su interés para el éxito de la inversión.
Se destaca -que debido a otras remodelaciones-, la glorieta ha perdido -se puede estimar- una tercera parte de sus materiales originales; así como ha variado el color de los ornamentos, ahora exhibe una policromía distinta a la del proyecto realizado el pasado siglo.
Además de que su estructura arquitectónica esta deteriorada, conspira para su restauración la posible desintegración de la brigada dedicada a la reparación del patrimonio nacional.
Otra situación que empaña la majestuosidad del parque es su descuidado entorno, hay un cabaret llamado Salón Rojo sin funcionar por varios años y en franco deterioro, la Cafetería 1906 y en su parte superior el hotel San Luis; la primera por remodelar durante prolongado período de tiempo y el hotel ya demolido.
Para finalizar todo este abandono constructivo, en el emblemático y antiguo Palacio Municipal, hoy sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular, hay un reloj en el cual sus manecillas se detuvieron en el tiempo y nunca más se escucharon sus campanadas, que anunciaban la hora a quienes ansioso se preocupaban por ella.
En fin, no hay esperanzas para que llegue el día en que los manzanilleros puedan contemplar con orgullo y júbilo la tradicional belleza del querido Parque Céspedes.
Manzanillo, 28 de julio de 2015.