De todos es bien conocido que existen limitaciones alimentarias en nuestro país, debido a diversos factores, entre ellos la falta de producción, el déficit de importaciones y los problemas financieros que tienen la mayoría de las familias cubanas. Es por eso que algunas personas aprovechan los pequeños espacios que posean en sus casas para sembrar cualquier alimento y criar algún que otro animal, en particular los cerdos, que es la carne por excelencia en Cuba, porque no hay acceso a otro tipo.
En estos días las autoridades del Consejo de la Administración Municipal del Poder Popular y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), están realizando un trabajo conjunto en el municipio Güira de Melena, con el objetivo de eliminar la cría de cerdos en los lugares aledaños a las viviendas, para lo cual irrumpen de forma arbitraria en la propiedad privada.
En un principio los inspectores de las dependencias del Poder Popular se personaban en las casas donde había animales y sin previo aviso o advertencia, multaban a los ciudadanos que poseían algún cerdo de cría en su propiedad, el monto oscilaba entre cien y mil pesos cubanos (cup).
En ningún momento los funcionarios mostraban a los moradores de las viviendas documento alguna que los impusiera del hecho por el cual debía ser multado y avalara la medida impuesta. Así ha sucedido hasta los días actuales en los que el respeto a la propiedad privada y las violaciones que de ella se hacen se han convertido en un hecho cotidiano.
Un ejemplo reciente, aconteció cuando efectivos de la policía, al mando del capitán de ese cuerpo al que todos conocen por “Fabré” acompañado de Alexander Collazo, vicepresidente del Consejo de la Administración Municipal, desde horas bien tempranas en la mañana, se presentaron con una brigada de hombres y efectivos de la policía en una de las arterias del municipio y sin aviso previo dieron órdenes para la demolición de todos los corrales porcinos que existieran en el lugar.
Esto, trajo disgustos a los propietarios de los mencionados cuartones, ocasionando protestas y discusiones entre represores y perjudicados. Supimos de los abusos, por voz de los propios despojados -quienes se mostraron cooperadores con los comunicadores, aunque algunos no quisieran ser fotografiados- como la gloria del deporte cubano Eduardo Leal Martínez, quien por más de veinte años formara parte de la selección provincial y nacional del deporte más popular cubano: la pelota (jugaba la primera base).
“Esto que están haciendo es un atropello -explicó Leal- nos autorizaron la construcción de estos corrales hace como dieciochos años en lo que todos conocen como el patio de Raúl Carballosa, otrora director de escuelas en este municipio; ahora nos dicen que tenemos que eliminarlas porque no se permite criar animales dentro del pueblo, pero -sin oportunidad de quitarlas- nos las destruyen y además nos confiscan los materiales invertidos en la construcción de la misma y la venden a materias primas aludiendo el absurdo pretexto de que “El Estado se adjudicaba el derecho a la confiscación por haber invertido recursos energéticos para su desmonte”, además hace más de tres meses que aquí todos quitaron los animales”.
Otra de las fuentes consultadas responde al nombre de Yoandri -quien muy molesto por los acontecimientos- comentó lo siguiente: “Esto es una lección para mi padre por creer en esta gente, más de cuarenta años obedeciendo y sirviendo como educador en las míseras escuelas de este gobierno y mira como le pagan. ¡No hay comida y quieren quitar lo poco que uno puede hacer para alimentarse!, que se queden con nuestro esfuerzo y sacrificio, eso es lo que ellos valen, ya pagarán todo el daño y dolor que han ocasionado a este pueblo”.
Estos hechos ocurrieron la pasada semana, en un complejo habitacional de edificios que se ubica en la calle 78 / entre 97 y 101, inaugurado en el año 1973. En el conviven alrededor de 1200 personas distribuidas en ciento setenta y cuatro viviendas.
Artemisa, 30 de agosto de 2016