Martes , 27 Junio 2017

De los salideros y otros demonios

Agua putrefacta, neumáticos de carros y mucha basura son algunos de los males que se pueden encontrar en la calle Ancha de San Antonio de los Baños. Bastante céntrica y transitada, debido a su salida hacia otros lugares que comunican este municipio de la provincia de Artemisa con parajes cercanos.

Esta calle no cuenta en estos momentos con la mejor imagen. En una de sus esquinas, en 70 y la Avenida 55, existe en la actualidad un enorme estancamiento de aguas albañales, lo que ha ayudado a crear malas condiciones del pavimento en este sitio. La situación alarma más aún si se toma en cuenta que allí está situada una bodega nombrada “La Idea” donde se venden productos de la canasta básica, en la que está incluida la leche para los niños; los carros que llegan a descargar sus mercancías se ven obligados a parquear encima de las aguas podridas.

Esta realidad no comenzó desde hace unos días, viene hace alrededor de dos meses; primero fue solo un poco de agua, después el charco se hizo más grande, hasta llegar a ser lo que puede verse hoy. Pero como si no bastara con esto, ahora también han ido a parar allí deshechos de todo tipo hasta neumáticos de carros, los que suelen ser muy propicios para la cría de mosquitos por el agua que en ellos se estanca. Y como todo está tan sucio los locales se dicen: ¿por qué no echar en esta esquina las jabas de basura y los escombros de construcciones?

Si bien son peligrosos y contaminantes estos salideros de aguas albañales en cualquier sitio donde existan, más lo son cuando se trata de la gran cercanía con un comercio donde se guardan productos alimenticios, por lo que la situación es preocupante, ya que toda la putrefacción allí acumulada es propicia para ratas y vectores peligrosos para la salud humana.

Pero, y la preocupación que debería de haber por parte de Salud Pública del municipio, ¿dónde está? A juzgar por los hechos pudiera decirse que no existe por parte de estos directivos de la localidad, que son los principales involucrados en estos asuntos, que deberían hacer algo porque se eliminen los salideros en caso de que ocurran y causen problemas de mayor envergadura.

Por el momento, a pesar de que ha habido algunas quejas por parte de vecinos que compran en la bodega y que son por supuesto los primeros afectados por la cercanía con sus casas, todo sigue igual.

Artemisa, enero de 2016.


 

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