¿Será provechoso para la salud ingerir alimentos elaborados -y con deficiencias en el modo de conservación- después de varias horas sin la protección adecuada para los mismos? Es una pregunta que habría que hacerse vinculada al hecho de que varias de las escuelas de enseñanza primaria de la capital cubana, no poseen centros de elaboración de alimentos y tienen que ser transportados –ya confeccionados- desde otras entidades que si lo tienen.
Estas comidas son trasladadas –en ocasiones- en carretillas las cuales no tienen medios de protección higiénica adecuados para este uso.
Los trabajadores que brindan este servicio escolar, en la mayoría de sus recorridos tienen que pasar cerca de basureros, calles encharcadas, por vías llenas de baches o huecos para llegar al centro educacional que le corresponda. No es de extrañar que dichos alimentos lleguen pasados de hora a su destino; en ocasiones hasta las 2:00 o 3:00 pm, casi en el momento en que los educandos terminan su jornada de estudios.
Por su parte, en los centros de elaboración, los cocineros comienza su faena a las 4:00 am para que esté listo el almuerzo a las 10:00 am. Lo que implica que mientras más se demore el traslado más tiempo estarán expuestos a su descomposición.
Muchos de los profesores, alumnos y padres se quejan de la mala calidad que tienen siempre esta comida, pero obtienen la misma respuesta: “El país está pasando por un proceso económico difícil y no hay presupuesto suficiente para la alimentación en la Educación”.
Un ejemplo de lo que esto significa está en la escuela de enseñanza primaria Osvaldo Zamora Brito, situada en calle 1ra. entre C y B, Reparto Vista Hermosa, municipio San Miguel del Padrón, donde el trabajador de servicios tiene que recorrer cerca de 2 kilómetros para buscar el almuerzo de los infantes y el profesorado, que se traslada en una carretilla sin protección alguna.
En ocasiones –si el día está lluvioso- los tapa con un mantel, pero la mayoría de las veces los transporta descubiertos, a expensa de que se contaminen en el trayecto, cuando transita cerca de los basureros. Dada estas dificultades la mayoría de las veces llega pasado del horario de almuerzo, ¡claro! a no ser que haya visita de supervisión, la cual es avisada días antes, y entonces se hace ver que todo funciona a la perfección.
La Habana, enero de 2016.
