Martes , 27 Junio 2017

Congreso del Partido Comunista de Cuba: Las esencias del mismo paisaje

Los organizadores del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, que sesiona hoy en La Habana, tienen por delante la complicada tarea de presentarle al mundo la instalación definitiva de un capitalismo remendado con los pespuntes de las bayonetas de la dictadura militar como un proceso de cambios democráticos. Pero, eso sí, más difícil y dramático será vivir bajo ese modelo.

Lo saben muy bien la oposición pacifica, los periodistas independientes, los artistas rebeldes y los grandes sectores de la sociedad que amanecen todos los días marginados y sin ilusión. Y lo reconoce el creciente número de ciudadanos que sueña con botes, chalupas y canoas o con una visa para dondequiera que sea.

Los expertos del régimen comunista tendrán que darle unos toques superficiales a su discurso, desde luego, sin mover las esencias, para acentuar el entusiasmo con que la comunidad internacional, por ejemplo los 28 países de la Unión Europea, ha recibido sus anuncios de cambios y progresos. Y con esa misma retórica justificar el silencio o la complicidad de sus vecinos del continente americano.

En ese dominio tienen adelantado todo el camino porque no hay mejor vidente que el quiere ver y los gobernantes comprometidos con sus inversores y empresarios suelen tener luz larga para apreciar claramente en Cuba lo que ellos quieren o necesitan ver.

Tampoco es que envíen delegaciones a la isla, abran la llave de la cooperación y del dinero y renuncien, así como así, a los criterios que sostuvieron hasta hace poco tiempo en el sentido de que en el país caribeño no se respetan los derechos humanos y no hay libertad. No. Las buenas relaciones con la dictadura vienen acompañadas de unos párrafos cuidadosos donde se le pide con gentileza a la élite castrista que tome, si lo tiene a bien, algunas medidas.

Con el apoyo resuelto de los gobiernos de Occidente y de muchas instituciones internacionales que, curiosamente, comienzan a creer en la bondad y la apertura de un grupo político que lleva más de medio siglo en el poder, son los opositores, los periodistas y los artistas libres la única fuerza capaz de mostrar el verdadero escenario cubano y de trabajar por transformaciones reales.

Aunque no aparezca entre los acuerdos de la palabrería final del VII Congreso del PCC, la violencia contra la oposición y los intelectuales libres que viven en Cuba se hará más intensa. Y las fotos de las delegaciones extranjeras de visita en Cuba tendrán que publicarse junto a las de las golpizas a las Damas de Blanco. La dictadura no quiere, no puede cambiar ese paisaje.

Tomado de elnuevoherald.com


 

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