Martes , 27 Junio 2017

De Fernando Savater para el Observatorio

Si algo nos enseña la historia más reciente es que la libertad política y el respeto de los derechos cívicos es un bien que aumenta para todos cuando se conquista en cualquier lugar del planeta. El restablecimiento, larga y sangrientamente diferido, de la democracia real en Cuba será un enriquecimiento para todos nosotros y una victoria para quienes creemos que la humanidad no debe atrincherarse en fronteras para amparar tiranías. Es el momento de luchar con más esperanza que nunca por ella, firmes en los principios pero inteligentemente flexibles en los modos estratégicos de ponerlos en práctica. Ojalá Cuba tenga por fin la suerte política que desde hace tanto merece

 

 

 

 

 

 

 


 

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