Carta dirigida a todos los operadores políticos de la oposición en Venezuela.
A todos aquellos que aspiran, junto a nosotros los ciudadanos comunes de Venezuela, cambiar la situación actual e instaurar un país democrático con instituciones fuertes e independientes, estado de derecho y libertades, transparencia, pluralismo e inclusión; un país donde exista alternabilidad y controles, en donde los venezolanos dejemos atrás insultos y quejas para reconocernos como una nación respetuosa de las diferencias y dispuesta a crear con trabajo, esfuerzo y ética un mejor futuro para nosotros y nuestros descendientes.
Yo, una venezolana de a pie, como hay millones, no activista ni militante de ningún partido, pero indignada frente a las penurias y la división que está arruinando nuestra patria, les pregunto: ¿Por qué no nos piden nuestras firmas en campañas masivas de protesta? ¿Por qué no nos contactan? Es el momento de iniciar movimientos intensivos y permanentes por Internet y las redes sociales. Es el momento de la creación de una «masa crítica» y participativa, de llevar adelante campañas que funcionen con efecto multiplicador, que se hagan virales en la red. Colmar a las instituciones competentes con mensajes multitudinarios exigiendo nuestros derechos ciudadanos.
Campañas de rechazos masivos a cada insulto, cada abuso de poder, cada arbitrariedad, cada mentira, cada violación de la constitución y de los derechos humanos. Un ejemplo actual sería repudiar con miles de firmas que el Presidente de la República amenace con irse a la calle si pierde las parlamentarias. Pero también exigir respuestas a problemas que aquejan a la mayoría; por ejemplo, solicitar unánimemente una mejora de sueldos y salarios ajustada a la inflación, alertar sobre comunidades que están en pobreza extrema…
Ustedes saben que existen organizaciones de este tipo como Avaaz, armemos algo así. ¿Por qué no se adelantan al Gobierno y hacen una campaña explicando los errores de la política exterior y cómo eso afecta nuestras fronteras; solicitar nuestras firmas para rechazar la debilidad e incoherencias del Gobierno en esta materia? ¿Por qué no nos piden nuestras firmas para exigir informes y cuentas claras al BCV, a PDVSA a la CVG, al Fondo Chino, a Bandes, a CENCOEX?, firmas para rechazar la inseguridad y la impunidad frente a las cifras de asesinatos debido al desborde de la delincuencia. Firmas para rechazar la tortura, especialmente la que sufren jóvenes presos como Araminta González. Campañas masivas para decir: «No» queremos que con nuestros impuestos se pague propaganda partidista y electoral del Gobierno y que las emisoras de todos los venezolanos sean el aparato comunicacional del partido de gobierno.
Además, nos gustaría recibir en pocas líneas, a través de Internet y las redes sociales, las propuestas de país que han elaborado.
Me pregunto una y otra vez ¿Por qué esa desconexión con nosotros los ciudadanos comunes? Tienen en sus manos el mayor capital político de la historia: el descontento generalizado. Tienen en sus manos herramientas de poco costo (aunque sí de mucho trabajo y voluntariado) como son las redes sociales e Internet en las ciudades y en los sitios rurales los volantes o el boca a boca con sus maquinarias políticas.
Es tiempo de dejar el vedetismo y el individualismo, las ambiciones personales y el afán por estar en listas salidoras. Es tiempo de agregar campañas multitudinarias al trabajo que ustedes están haciendo con el pueblo, donde todos los venezolanos participemos. No crean que solo llamándonos a votar se van a lograr los cambios.
Soliciten nuestras firmas en proyectos, alertas y reclamos concretos. Soliciten nuestro voluntariado para difundir los mensajes y suministrarles nuestros contactos.
Ustedes tienen los mecanismos; los aparatos partidistas y sobre todo la responsabilidad. Nosotros queremos ser partícipes.
“Mujeres por la reconciliación” es un incipiente grupo de damas venezolanas.
Caracas, junio de 2015.