En la calle Santiago esquina a Carlos III, en el municipio de Centro Habana, se encuentra ubicado un contenedor de los que son transportados por camiones provistos de brazos hidráulicos, los cuales son utilizados en estos momentos para recoger los desechos sólidos.
Como los depósitos, que se conocen con el nombre de “potes”, para recoger la basura de las calles, no son suficientes para la cantidad de desperdicios, debido entre otras cosas a que se los roban por ser plásticos y no los vacían en tiempo y forma, la ciudadanía echa la basura en estos contenedores o simplemente en la vía, cuando dejan de ser éstos una posibilidad de depósito.
Lo que sucedió en esa intersección de calles, fue debido a que era tan grande la acumulación de basuras y escombros, que una simple negligencia, imprudencia o la intención de quemar esos desechos para librarse de ellos, provocó un incendio de elevadas proporciones.
La situación creada dio lugar a que los propios vecinos se dieran a la tarea de sofocar el siniestro, utilizando cubos de agua, hasta que llegaron los miembros del cuerpo de bomberos con sus equipos. A su vez la policía cerró el lugar y paralizó el tráfico de vehículos y la circulación en general.
Con su actuación inmediata y oportuna los moradores contuvieron las llamaradas y evitaron que los bomberos se encontraran con un fenómeno más peligroso e irreversible.
Estas cosas suceden debido a que en dichos contenedores se vierten todo tipo de desechos, lo cual no puede ser controlado porque en ocasiones se mantienen llenos y sin recoger por quince, veinte o más días, y la gente, que no quiere mantener la insalubridad en sus viviendas, inunda las calles.
En definitiva esa no es la solución, ya que se contamina el medio ambiente y se generaliza el peligro de provocar enfermedades, que pueden convertirse en epidemias.
La Habana, 28 de mayo de 2015.