Mi esposo Misael Aguilar Hernández fue arrestado en La Habana, mientras yo realizaba labores de Internet, la pasada semana. Nosotros somos de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa y ya es una costumbre que miércoles tras miércoles cuando nos disponemos a asistir a las reuniones de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, nos apresen.
Pero esta vez fue diferente, era jueves y el policía que lo interfirió, con chapa No.04758, no tuvo justificación alguna, solo le dijo que tenía que acompañarlo, llamó un auto patrulla y uno de los policías del vehículo se apeó y le puso las esposas a Misael, amenazándolo todo el tiempo –sin algún motivo- de golpearlo
La falta de ética en la policía cubana es algo escandaloso y alarmante, por orientaciones de la Seguridad del Estado, actúan en contra de su propio código.
En este caso, aunque Misael sabía que no existía motivo para arrestarlo, no opuso resistencia alguna, por ser un opositor pacífico, no obstante lo esposaron, dejándole incluso los brazos lastimados.
Lo trasladaron para la Unidad Policial ubicada en Zulueta y Dragones, en el municipio Habana Vieja; allí lo encerraron en una celda, con un individuo que estaba ebrio o se hacía pasar por tal, ya que lo empezó a ofender hablándole mal de los opositores. Allí lo tuvieron por un espacio de cuatro horas.
Para cualquier persona que viva en un país democrático resulta en verdad increíble que se haya cometido tal injusticia, contra alguien que sólo andaba en busca de libros, y que además nunca ha tenido problemas con la justicia; pero para los que vivimos en este país, ya es una costumbre ver que sucedan estas cosas con los opositores.
Misael Aguilar Hernández es un escritor, tiene libros publicados por el propio gobierno y cuenta con un amplio conocimiento cultural y una buena educación.
Es preocupante que el orden interior del país esté en manos de estos individuos.
Artemisa, 8 de abril de 2015.