Martes , 27 Junio 2017

Antenas cubanas de televisión

Cuando se hable de inventos ahí estamos los cubanos, como destacados ejemplos, haciendo alusión a una frase del refranero popular: “la necesidad hace parir jimaguas”.

El criollo ha hecho innovaciones en casi todo lo que se le ha convertido en un obstáculo para la vida diaria, y en ese camino ha creado todo tipo de artefactos -imposibles de imaginar- hay que velo para creerlo.

Con el adelanto de la tecnología a nivel internacional y el estancamiento en nuestro país, se ha incursionado en cada aspecto de la vida cotidiana en el que se ha encontrado un freno.

Muchas personas que regresan de Estados Unidos de América de ver sus familiares, traen en sus valijas un televisor digital, que como se sabe es anacrónico con el sistema nacional, solo existe un canal de pruebas, el 50, que permite de viernes a domingo ver películas, los demás días se dedica a retransmitir la programación de otros canales, principalmente Multivisión.

Para tener acceso a la digitalización, hay que adquirir un pequeño equipo que de forma popular se conoce como “cajita” que hace el oficio de convertir la señal, pero además es necesaria una antena que permita mantener la puesta en pantalla de los diferentes canales, la tecnología vale 50 cuc.

En estos momentos, con este artefacto “cajita” y los televisores importados, ha llamado la atención los diferentes tipos de antenas de televisión que se han llegado a inventar.

A inicios de la década del noventa, en pleno apogeo del llamado “período especial”, se vieron antenas para televisión hechas incluso con bandejas de aluminio, de las que eran utilizadas para repartir la comida en los comedores estatales y las escuelas; de ahí surgió un chiste, cuando se distinguía una antena de este tipo se decía que era para ver por qué canal entraba la comida. Es parte del incurable humor de los cubanos hasta con sus propias calamidades.

Así fueron descubriéndose distintos tipos de objetos utilizados como antenas, hasta percheros metálicos, etc., pero en estos momentos se pueden ver otros inventos; en particular me referiré a la localidad artemiseña de San Antonio de los Baños, donde han comenzado a aparecer unas antenas hechas de finos alambres de cobre, de tamaño pequeño pero que suelen ser efectivas para captar las señales televisivas, incluyendo los canales de Miami.

Habría que reconocer que estas antenas de confección casera, resultan más eficaces que las que son hechas en las fábricas.

Y no es solamente en este municipio donde se están utilizando estas nuevas antenas en los techos, porque los inventos se expanden para todos los lugares, una vez que aparece algo nuevo, todo el que puede lo quiere tener, para no perderse el último grito de lo que está de moda.

Parece como si hubieran quedado atrás las viejas y tradicionales antenas de largas varillas de aluminio, las cuales además el viento mueve con facilidad debido a que son muy largas.

La realidad sigue demostrando que las innumerables dificultades a las que a diario nos vemos obligados a enfrentar aquí en la isla, por un motivo u otro, han desarrollado -en el cubano- la habilidad de inventar, de innovar.

Artemisa, 23 de junio de 2015.


 

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