Alquízar es uno de los municipios de la provincia de Artemisa, que se destaca por el mal estado de sus calles, pese a ser un pueblo bastante pequeño y que no precisa grandes recursos para dar solución a ese problema.
Varias son las calles que presentan un editado deplorable, y entre ellas llama la atención la Avenida 93, una de las más anchas del municipio, donde también se concentran algunos de los baches (huecos) más grandes de la localidad.
En la calle 93 se hallan ubicados algunos sitios de importancia en el municipio, como son: el mercado de productos agropecuarios, la Casa de la Cultura y la vieja estación de ferrocarriles, lo que hace que los moradores del pueblo tengan más dificultades en su tránsito.
Los inconvenientes de esta vía no sólo consisten en sus enormes zanjas convertidas en pocetas de agua, también puede hablarse de la desmesurada cantidad de fango que se acumula por la falta de pavimentación. Claro el tránsito de los tractores también aporta lo suyo.
Existen pedazos de esta vía -que al mirarlos- cuesta trabajo creer que alguna vez hubo asfalto o algo que se le pareciera, pues al que transita por este lugar le da la impresión de estar contemplando un sitio de campo o un terreno semi arado.
Los locales le llaman a esta Avenida “la calle del fango” cuando ha llovido, pero si esto no sucede entonces es “la calle del polvo”.
La conclusión es que esta Avenida 93 s lo menos parecido a una calle importante de un pueblo, que se pueda ver. Lo único que permite pensar que alguna vez fue concebida con ese propósito, es su anchura y la acera.
Los habitantes de Alquízar ya han perdido la esperanza de que alguna vez se repare, y como otros cubanos a lo largo de la isla, están resignados a convivir con ese depósito de polvo y fango no natural, sino más bien propiciado por la indolencia y la incapacidad administrativa de las autoridades.
Artemisa, 24 de setiembre de 2015.