Acostumbrados al lenguaje oficial que hace de todo lo vinculado a la “Revolución” una maravilla; algunos ilusos dijeron que el acueducto de Manzanillo -municipio que pertenece a la provincia Granma- sería de los mejores de América Latina. Esta fuente de abasto de agua fue reconstruida hace ya algunos años a un costo calculado en unos 11 millones de pesos cubanos (CUP).
Pero el tiempo -indetenible- ha pasado y la realidad en esos momentos es otra; la obra padece de constantes roturas y los responsables dan muchas explicaciones, sin que la mayoría de los afectados las crea.
Los sectores más perjudicados están en las áreas 1 al 4, que pertenecen a la llamada parte alta; en el último de ellos, los residentes tienen que cargar agua cada 4 a 6 días. Entre las justificaciones que da la Empresa Municipal que tiene a su cargo ese servicio, están: no haber capacidad de bombeo, pues hay 9 sistemas fuera de servicio, de los cuales 6, pertenecen a esta parte alta; y el poco volumen de agua que entra al pozo de la zona de Cuentas Claras.
Una forma de suministrarles agua a los afectados, seria con los carros pipa, pero de los 5 con que cuenta el municipio solo uno está funcionando, los restantes están rotos y pendientes de solución a su reparación. Por su parte la provincia tiene de baja 26 de estos equipos, lo que hace que se dificulte su apoyo al respecto.
También existen algunas otras situaciones que atentan contra la solución de algunos vecinos, por ejemplo, hay edificios del Nuevo Manzanillo, como el 80 y 84 que a los que viven en altos no les llega el agua debido a los salideros; uno desde hace seis meses que fue reportado sin la debida atención de los funcionarios del acueducto; el otro comenzó con el problema hace una semana.
No obstante, esta problemática generalizada en todo el pueblo, la situación más crítica la asumen los pobladores del Nuevo Amanecer, en la zona de Caño Adentro con dos años sin recibir agua y tienen que comprarla para solucionar sus necesidades.
Las dificultades reales que enfrenta la Empresa de Acueductos y Alcantarillados de Manzanillo se han ido acumulando lo largo del tiempo y cada vez se hace más difícil su solución. Si de las bombas de agua se trata, hay que importarlas y recién se adquirió una P6, pero tuvo problemas y hubo que devolverla.
Por su parte las conductoras de agua están muy lejos de la ciudad, a una distancia de 30 km, se necesitan 350 válvulas, que no hay, lo que motiva que solo se trabaje en las zonas de mayor importancia. Y aunque parezca algo ridículo, tampoco hay tornillos para las válvulas.
No se puede decir si al final o al principio de esta larga lista de dificultades, se tiene que incluir el hecho que dos pozos importantes: Cayo Redondo y Cuentas Claras, hayan tenido que parar su trabajo por tener las paredes rajadas; así como la gran cantidad de salideros que ya en algunas zonas crean enormes zanjas.
Muchas personas han manifestado su decisión de que si no reciben este importante liquido no lo pagaran y las autoridades gubernamentales han hecho un llamado público para que no dejen de tributar, porque el servicio es subsidiado y esto provocaría un caos.
La situación es tan compleja que han acudido funcionarios de la entidad provincial y se espera al Vice Ministro de Inversiones del ramo, para buscar posibles soluciones o alternativas, sin que exista una fecha límite para la solución de tan apremiante necesidad colectiva.
Con problemas similares a este se vive en cualquier lugar de Cuba, es por eso que se vuelve a comprar tiempo con la ideología contra el “bloqueo”, pero el reloj de los problemas sociales hace tic tac cada segundo.
Manzanillo, octubre de 2016.
