En el municipio Güira de Melena, vive una mujer enferma mental y también epiléptica y que no tiene ni un techo donde resguardarse, por la falta de humanismo de los dirigentes gubernamentales del territorio. Su nombre es Zoila Guzmán, de 60 años de edad y tenía su casa en la Avenida 83 #9012, entre 90 y 92; perdió su casa al paso de una tormenta y a pesar de su enajenación mental, ha hecho esfuerzos por tratar de que le otorguen materiales o un subsidio.
Una visita al lugar donde pernocta Zoila es impactante, y al estar allí se puede uno percatar de la gran tragedia por la que atraviesa.
Ella relató que hace varios años, su fallecida madre, era la que estaba a cargo de los trámites y demás gestiones para poder arreglar su vivienda. Pero ahora dice que siempre que se presenta en la Dirección de Viviendas territorial, le dicen que no hay presupuesto o cualquier otra excusa.
Zoila recibe una pensión simbólica de 147 pesos moneda nacional (unos 6 cuc), lo que no le alcanza para vivir. Está totalmente desatendida por las instituciones gubernamentales, ni siquiera tiene atención médica y cuando llueve, como carece de techo, tiene que envolverse en un nylon de polietileno, para no mojarse.
Los vecinos de la localidad son los que la asisten y proveen de alimentos y resuelven sus principales necesidades, en la mayoría de las ocasiones.
Para estar mujer no hay futuro, solo un amargo presente que no sabe cómo terminará, porque a pesar de que ya arribó a la tercera edad, el régimen se desentiende de ella por proporcionarle unos 6 cuc mensuales.
Gracias a que no se ha perdido la ayuda humanitaria entre las personas, es que Zoila sobrevive, aunque continuará con las muchas penurias que en estos momentos la agobian, porque el régimen se ha desentendido completamente de su caso.
Artemisa, 4 de agosto de 2015.