La zapatería del municipio de San Antonio de los Baños, dentro de poco se podrá contar como otro de los derrumbes de esta localidad. No han sido pocas las construcciones que se han venido abajo en este pueblo que forma parte de la provincia de Artemisa, y entre ellas hay que contar -por infortunio- edificaciones antiguas que formaban parte del patrimonio municipal.
Esta vez se trata de un lugar que no es histórico ni algo por el estilo, pero si tiene una importancia en la vida cotidiana desde el punto de vista práctico para los habitantes del Ariguanabo. La zapatería, es un lugar al cual la población se aferra, por las necesidades materiales que existen, y este centro laboral les permite llevar a arreglar los zapatos que se han roto debido al tiempo; pero que son necesarios reparar para seguir usando, por las pocas posibilidades de adquisición de calzado que tiene el cubano promedio.
Incluso habría que señalar que hay algunos zapatos que acabados de comprar en la tienda y con tan solo una vez que se usen, ya se despegan, o se rompen, porque llevan mucho tiempo almacenados o más sencillo aún, son de mala calidad.
La zapatería en cuestión está a punto -sin momento fijo- de que su techo venga abajo. Lo peor del asunto es que no se trata de algo que pueda ocultarse, o que no sea evidente para quienes entran al lugar; por el contrario, es una situación para nada fuera del alcance de la vista de los que allí asisten. El techo está en tan mal estado que las tablas cuelgan e incluso hay un hueco en la parte más deteriorada.
A esta zapatería del municipio acude un gran número de público, pues el servicio resulta ser bastante bueno y los arreglos acostumbran a realizarse en un corto tiempo, además se hacen también algunos trabajos de talabartería, por lo que es bastante triste ver las condiciones en que se encuentra el local.
Dado el tamaño que tiene la instalación, que no es nada grande, el arreglo del techo no requeriría de una gran inversión para realizar una reparación capitalizable, que va a traer como consecuencias mejorar el servicio a la población y sobre todo evitar que suceda algún accidente que pudiera llegar a ocasionar consecuencias lamentables.
Juzgando por la realidad de lo que se puede ver a lo largo y ancho del municipio, parece que la restauración de lugares anda bastante mal, quizás las personas que se encuentran al frente de este tipo de trabajo debieran mostrar una preocupación y responsabilidad para que la conservación de los establecimientos públicos tenga una mayor seguridad para todos.
Si se llevara a cabo una mejor gestión redundaría en el progreso de los servicios que se prestan a la población y que tan necesario se hacen por la escasez de todo tipo de medios materiales y la falta de recursos financieros para obtener lo poco existente.
Sería un hecho triste que la zapatería de San Antonio de los Baños tuviera que verse obligada a cerrar debido a las malas condiciones que presenta su techo, pues hasta el momento le ha resuelto el problema del calzado a muchos lugareños.
Artemisa, 28 de junio de 2016.
