Con la división de La Habana en dos provincias, a las que se les nombró Artemisa y Mayabeque, lo que no ha dejado de ser un fracaso, el pueblo trabajador sigue viéndose afectado por ese fatal experimento.
Muchas son las razones que a esta periodista le asisten para esta opinión, los ejemplos dan fe por sí solos de su fracaso, bastaría con mencionar la centralización de sus industrias y fábricas en las cabeceras de cada provincia, trayendo consigo un elevado nivel de desempleo que estas decisiones han ocasionado.
Pero está también el caso de los trabajadores de la Dirección de Comunales de ambas provincias, y en lo especial los colectores de desechos sólidos, los que están protestando por ser víctimas según sus propias palabras de ese experimento, ya que se les ha afectado el salario de manera significativa.
Conversando con unas de estas brigadas en el municipio de Güira de Melena en la provincia de Artemisa, el señor que ocupa el puesto de jefe, y que se identificó como Alejandro Betancourt, accedió a manifestar que a los trabajadores les habían afectado el salario, que reclamaron a la CTC (Central de Trabajadores de Cuba) y no les dieron ninguna razón que los convenciera, solo les dijeron que todo formaba parte de un experimento que se realizaba en ambas provincias y de dar resultado quedaría implementado.
Otro obrero alegó que no recibían medios de protección de ninguna clase, para recoger la basura ellos mismos se buscaban los guantes para no contraer alguna enfermedad con tanta inmundicia.
La empresa de Comunales no escapa al diabólico experimento gubernamental, sus obreros descalzos, mal vestidos y desprotegidos por una organización de trabajadores, que solo se acuerda de ellos a la hora de cobrarles la cotización exigida de forma mensual.
En los demás casos, algunos son amenazados por ser devueltos a prisión, ya que están bajo un régimen de libertad condicional, al menos eso es lo que les hacen saber.
Artemisa, 7 de julio de 2015.