No soy un defensor -ni mucho menos- de los que están de acuerdo que para divertirse, es preciso tener a mano una botella de ron o algo por el estilo. La ausencia de imaginación lleva a algunas personas a ver solamente en el alcohol la manera única o fundamental de pasar un rato de asueto.
Sin embargo, el error de esta actitud es muy evidente, y constituye también algo que lleva a una conformación de la imagen de la persona bastante obsoleta dentro de la sociedad actual.
Cuando se va hablar de recreación sana para todos hay que tener en cuenta el bienestar que este tiempo puede brindar al organismo y a la mente. Así -por ejemplo- se pueden citar numerosos lugares de recreación sana, en el que la familia puede ir a pasar un rato, aunque sea con limitaciones, que incluye llevar a los niños.
Bajo esta definición no podemos dejar de mencionar el Zoológico, en la capital existen dos de ellos. Pero haré referencia la que se encuentra situado en la Avenida 26, en el Nuevo Vedado, porque dada su ubicación es de más fácil el acceso.
Este lugar aunque ofrece una pobre variedad de especies de animales, en algunos casos se hace interesante por no ser oriundos de nuestro país y serán siempre de interés para los niños y adultos.
El Zoológico constituye además un sitio de sosiego, por ser tranquilo y tener lugares donde se puede hacer una parada, sentarse y conversar, mientras los niños juegan y se entretienen.
A pesar de que no existe una variada oferta de comestibles y chucherías para los muchachos, que no recordarán mucho lo que pudieron comer durante el paseo; no obstante sigue siendo preferido por niños y algunos adolescentes.
Se puede tener en consideración, que es un lugar bastante alejado del peligro; de las posibilidades de riñas públicas, que tan a menudo ocurren en otros sitios de recreación de nuestro país, debido en particular al consumo de bebidas alcohólicas.
Además se puede encontrar la posibilidad –por parte de los padres- de explicar a los niños aspectos de la naturaleza, la geografía y la historia de nuestro país, desde la práctica.
En la entrada del Zoológico se puede ver una obra escultórica de la artista cubana Rita Longa, muy famosa, que consiste en una familia de venados trepando.
Y no es que el Zoológico sea ejemplo de maravillas en el país, porque dista mucho de ser en estos momentos la instalación por la que había una preocupación constante, pero de acuerdo a los pocos sitios de recreación tranquila que hay en la capital y que además permitan transmitir conocimientos, este es uno de los más adecuados.
La Habana, 3 de mayo de 2015.
