Un manual para la sociedad civil. Ver y descargar
Prefacio
Una de mis primeras tareas, como nueva Alta Comisionada para los Derechos Humanos, ha sido redactar el prefacio de este Manual, lo cual me parece acertado. Esta oportunidad me permite poner de manifiesto, haciendo uso de mis nuevas atribuciones, lo que ha sido una convicción firme a lo largo de toda mi carrera, a saber, mi confianza en la capacidad de transformación de la sociedad civil. De hecho, no se puede subestimar el aporte que la sociedad civil ha realizado en el desarrollo de los estándares internacionales de derechos humanos, la promoción y el funcionamiento de los mecanismos de derechos humanos, los cuales se abordan en este Manual. Hoy en día, las opiniones y conocimientos prácticos de la sociedad civil son vitales por parte del movimiento de derechos humanos en la búsqueda de la justicia e igualdad para todas las personas.
De hecho, la colaboración de mi Oficina con la sociedad civil continúa siendo una prioridad estratégica, pues reafirma los objetivos que tenemos en común, ayuda a abocarnos a las preocupaciones mutuas y apoya la misión y las iniciativas de mi Oficina, tanto en la sede como en el terreno.
La contribución que realizan los actores de la sociedad civil ha enriquecido también la labor de los expertos independientes de otros mecanismos de los derechos humanos instituidos desde hace mucho, como los órganos establecidos en virtud de tratados y los procedimientos especiales. De forma crucial, la influencia y los conocimientos de los mismos han contribuído asimismo a las operaciones del Consejo de Derechos Humanos, nuevo órgano intergubernamental que, en junio de 2006, sustituyó a la Comisión de Derechos Humanos.
Los defensores de los derechos humanos, las organizaciones no gubernamentales y demás partes interesadas de la sociedad civil llevan a cabo la labor de los derechos humanos de varias maneras: intercambian información; realizan actividades de promoción y velan por la aplicación de los derechos humanos; denuncian las violaciones, asisten a las víctimas de abusos y hacen campaña para el desarrollo de nuevos estándares de derechos humanos. Y así lo hacen, pendientes de todo lo que ocurre en sus comunidades y distritos son portavoces de los desamparados, en lugares de los que si no fuese por ellos, no estarían al alcance de las víctimas, incluidos los foros internacionales y los mecanismos de derechos humanos. Hay una clara necesidad de que los actores de la sociedad civil comprendan a fondo y dominen los métodos de trabajo de las instituciones de derechos humanos nacionales, regionales e internacionales. La finalidad del presente Manual es posibilitar esta exigente tarea.
Por último, permítaseme subrayar que la publicación de este Manual coincide con la celebración del sexagésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Aún quedan por cumplir las promesas de justicia, dignidad y derechos humanos para todos contenidas en la Declaración.
Hemos de perseverar en nuestra labor para que los principios de la Declaración Universal se cristalicen en las distintas comunidades a las que prestamos servicios. Confío en que este Manual permita a los actores de la sociedad civil adquirir los conocimientos necesarios que les permitan recurrir al sistema de los derechos humanos de las Naciones Unidas. Se trata de un recurso modesto pero considerable en nuestra labor conjunta para que los derechos humanos, la dignidad y la igualdad se conviertan en una realidad universal.
Navanethem Pillay
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos