Martes , 27 Junio 2017

Sin ciclón, pero con derrumbes

Las noticias que han dado acerca de lo que hizo -o mejor deshizo-  el huracán Mattews en Guantánamo, permiten pensar que pasarán años y esa región continuará desbastada. Si en Maisí se perdió el 94% del conjunto habitable (con este número relativo evitan dar cifras) y los pobladores de este municipio no tenían viviendas decorosas, para conseguir donde albergarse tendrán que volver a los tiempos de los rústicos bohíos.

Sin embargo, de esta destrucción se queja todo el país, incluyendo la capital, sin haber pasado un ciclón, muchas edificaciones a lo largo y ancho de la isla, se han caído, en primer lugar, por la falta de mantenimiento, aunque la mayoría son construcciones vetustas del siglo pasado e incluso del XIX.

Aunque en cualquier lugar hay un ejemplo, me referiré al poblado de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, donde se puede observar la cantidad de derrumbes que han ocurrido. Los pobladores se sienten decepcionados con el gobierno municipal, que no hace algo al respecto y la imagen general del municipio es muy triste.

Ha caracterizado el desastre que se utilizan las instalaciones y cuando se deterioran hay un traslado hacia otra. Este es el caso de un colegio de monjas que había en el pueblo y que pasó a ser el local donde se encontraba la sede del Partido Comunista de Cuba, (PCC) que radicó allí por no pocos años, porque se ganó que la población lo bautizara como el edificio del Parido.

En el interior había un teatro bastante amplio, el inmueble abarca más de la mitad de la cuadra, y hace esquina en las calles 45 y 64. Pero el hecho de que esta edificación se la adjudicara el Partido del municipio, no sirvió de mucho, porque cuando comenzó a deteriorarse, hasta el extremo que el techo se derrumbara por algunos lugares, trasladaron las oficinas para otro local, lo que me recuerda la poesía de Martí: “yo tengo más en mi casa”

En estos momentos donde estuvo el teatro, solo subsiste el vacío sin techo con algunas vigas descubiertas, de las ventanas lo que queda está roto y en algunas han puesto nailones para que las personas no puedan ver claramente todo el desastre.

Con las recientes lluvias de los últimos días la humedad ha hecho sus estragos y ya se han comenzado a desplomar pedazos de la parte superior de las altas paredes, en la acera se ven los escombros amontonados de estos desprendimientos que se han caído y ahí se han quedado.

En breve esta edificación será la próxima víctima de la desidia y la desorganización que reina en todo el país. Pero como no ha pasado por allí ningún fenómeno meteorológico, no habrá estadísticas sobre a qué por ciento aumenta la destrucción en la localidad.

Artemisa, 27 de octubre de 2015.


 

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