En el poblado de Troya, zona donde radicaba el antiguo central La Demajagua, que pertenece al municipio de Manzanillo, en la provincia Granma; existen varias irregularidades que generan alarmantes inquietudes en la población.
Después que se decidió eliminar la granja agropecuaria “La Demajagua” se creó una Unidad Básica de Producción Cooperativa, conocida con sus siglas UBPC, llamada Carlos Manuel de Céspedes; entre los problemas que ha tenido están: falta de financiamiento y no poseer sistema de riego. Dada la intensa sequía que ha azotado la región, la producción que obtenían era muy poca; sus trabajadores se pasaron once meses sin recibir salario.
Esto motivó que algunos se fueran de Troya, aunque otros quedaron allí a su suerte; porque el gobierno para llevar a efecto la liquidación de una UBPC le pone financiamiento, pero en este caso no ha ocurrido así y los funcionarios responsables del Ministerio de Agricultura alegaron que no existía respaldo productivo y pese a las reclamaciones establecidas para el pago del salario -de los once meses no percibidos- por estos trabajadores agrícolas, todo parece indicar que ellos no van a ser resarcidos.
Cuando operaba el central en la localidad, los que allí residen contaba con una ambulancia, que pertenecía a la empresa azucarera desmantelada y ahora ya no tienen transporte sanitario; en la actualidad para trasladar a un paciente al Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Docente Celia Sánchez Manduley de Manzanillo a unos 20 kilómetros de distancia; primero hay que llamar al pueblo para que lo envíen, y si no es de gravedad no toman el pedido.
Los familiares de estos pacientes -no tienen otra alternativa- que hacer uso de un transporte particular los que cobran tarifas con precios muy elevados.
Otra problemática que afecta a los pobladores de esta localidad es el crítico abastecimiento de agua potable, pues el bombeo es realizado cada seis días, lo que genera serias dificultades con la higiene y constituye un riesgo potencial de enfermedades y proliferación de vectores.
La preocupación general de los que viven en Troya, está basada en la pregunta ¿cuándo existirán respuesta efectivas, para las apremiantes necesidades colectivas allí presentes?
Manzanillo, 19 de mayo de 2016.