Martes , 27 Junio 2017

Reclamos laborales

En la entrada del municipio de Manzanillo, perteneciente a la provincia Granma, se encuentra una carretera conocida como “La Circunvalación”, donde está ubicada una de las dos fábricas de tabaco local, llamada Agustín Martin Veloz. Los trabajadores de este establecimiento, vinculados a la producción, plantean que por sus rendimientos -en la confección de tabaco- ganaron un estímulo de 700 cup (moneda nacional) (unos 28 dólares) por obrero; que debieron haber recibido en el mes de diciembre del pasado año; no obstante el Director de la entidad no dio explicaciones por que no llegó a cada trabajador este efectivo.

Debido a lo anterior se ha generado un total malestar, pues todos pensaban disponer de ese dinero para poder disfrutar junto a sus familiares de las festividades de fin de año y aún hoy existe la interrogante de qué realmente fue lo que sucedió.

De igual forma la otra fábrica de tabaco, nombrada Paquito Rosales, que está ubicada frente al parque de ese mismo nombre, en la calle Luz Caballero entre 12 de Agosto y Cocal, enfrentó la misma situación. En esta unidad productora trabajan más de 200 trabajadores que debieron liquidarles en el mes de diciembre su estímulo y no conocen las causas de lo acaecido.

Sobre esta unidad tabacalera Paquito Rosales, cuya ubicación está en una esquina, aunque posee algunas ventanas y en el área donde se elaboran los tabacos reciben ventilación de un pequeño y alejado ventilador, sus obreros no mitigan el intenso calor allí existente. Sin embargo la oficina del director, cuenta con un aire acondicionado. ¡Cosas de la preocupación por la clase obrera que tiene el régimen!

Según explican los propios trabajadores, hay otras dificultades que limitan la capacidad productiva de la fábrica, pues las maquinas cortadoras están en malas condiciones y las chavetas sin filo por lo que de forma frecuente tienen que pasarlas por piedras de esmeril. Lo que implica que utilizan parte del tiempo que tienen normado en estas operaciones, lo que conspira en el cumplimiento de las normas establecidas. Los obreros han hecho planteamientos al respecto pero no ha existido solución.

Para ingerir sus alimentos -a pesar de tener un pequeño comedor- son objeto del plan de conversión del almuerzo por dinero y les entregan diariamente –como es lógico si trabajan- la cantidad de sesenta centavos en efectivo de moneda convertible (cuc), que al mes totalizan 12 cuc; este “capital” cumple el objetivo de que compren al almuerzo en la calle y así la empresa se quita de encima el problema de tener que ofrecer almuerzo, situación que se hace muy difícil por la escasez de abastecimientos.

Sin embargo, esta cantidad es exigua, debido a los precios elevados en que se ofertan los productos alimentarios. Pero tanto las instancias gubernamentales como la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), a través del sindicato correspondiente, hacen oídos sordos a los reclamos de estos trabajadores, en aras de mejorar sus condiciones laborales; así como garantizar que cuando reciban estímulos les sean desembolsados.


 

Scroll To Top