Martes , 27 Junio 2017
Rebeldía a pesar de todo

Rebeldía a pesar de todo

Es verdad que la oposición pacífica, los periodistas independientes y los artistas que quieren ser libres no constituyen un bloque único y coherente dentro de Cuba y que cada grupo o individuo ha elegido un camino y un porvenir. Lo que no se puede negar tampoco es que ellos son representantes legítimos del pueblo sin voz y encadenado, en medio de los fuegos artificiales y sin ningún artificio del régimen para mantenerse en el poder, ahora con sus antiguos enemigos capitalistas como cómplices y proveedores.

En este verano que por fin se acaba, al menos en los almanaques, esos cubanos han sido el símbolo de la resistencia popular a pesar de la represión y las campañas de descalificación, mientras se producía la rutilante visita del Papa Francisco a Cuba, que se recordará por su foto con Fidel Castro y su familia y por la herencia singular de agregar cuatro activistas de derechos humanos que quisieron saludarlo a la lista de presos políticos del régimen.

Ellos han dado el único mensaje de inconformidad y rebeldía con sus denuncias y protestas en las calles frente al rigor policial, durante de los quince minutos de gloria de Raúl Castro, recibido como un demócrata amante de la paz o una estrella de la guaracha en los salones adustos de la ONU y en los recintos oficiales de Estados Unidos.

A lo largo de esas jornadas que la realidad de Cuba pareció trasladarse a la estratosfera por la cobertura de los medios, las Damas de Blanco y los militantes de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), entre otros, continuaron su actividad en la calle, hicieron esfuerzos por darle al Sumo Pontífice su versión de la situación en la isla y asumieron con coraje la respuesta de la policía, que fue la cárcel, y la de la jerarquía católica, la indiferencia.

El periodismo independiente no dejó de narrar la vida cotidiana y los azares de los marginados, ni de dar su opinión sobre las cosas que pasaban, y el artista Danilo Maldonado se declaró en huelga de hambre que duró 24 días en una celda en la que está, desde diciembre pasado, por proponerse hacer una performance con dos cerdos nombrados Fidel y Raúl.

Los propagandistas del gobierno y otros voluntarios que hacen sus aportes desde el extranjero los atacan y los descalifican, pero su presencia en la isla contiene un claro repunte de esperanza para los que creen, por ejemplo, que la salida de la dictadura es un asunto directo de la mayoría de la población empobrecida y sin libertad.

No se trata de sacralizar ni convertir en héroes o en líderes insignes a quienes simplemente realizan su trabajo de enfrentamiento al castrismo perdido en sus malabares y genuflexiones ante los inversionistas extranjeros para que sus biznietos en el poder puedan anunciar cambios todos los años.

Madrid, 4 de octubre de 2015.
Tomado de elnuevoherald.com


 

Scroll To Top