Martes , 27 Junio 2017
Perú y la técnica pura

Perú y la técnica pura

El hombre que asumirá el poder hoy en el Perú, Pedro Pablo Kuczynski, un limeño de 77 años, ha dejado en las gavetas [cajones] de la reñida batalla electoral que lo llevó a la presidencia los avatares de la política. Quiere trasformar el país, hacer que progrese y se desarrolle con técnica, su bagaje como economista y apoyado por grupos de expertos elegidos por su expediente laboral y no por su filiación ideológica.

El jefe del partido Peruanos Por el Kambio, que estudió en Oxford y obtuvo el grado de Magister en Administración Publica en Princeton, está convencido de que lo que necesita el Perú para progresar y salir de sus baches es una “revolución social”.

Los técnicos que encabezará Kuczynski tienen que resolver, entre otros asuntos, la falta de recursos básicos que afecta a un 30-40% de la ciudadanía, la seguridad de la gente, los graves problemas de la educación por la ausencia de colegios, los pocos y malos hospitales, la informalidad laboral y la escasez de agua potable.

Los especialistas también podrán darle solución a los problemas que paralizan la minería del país, una fuerza importante para que mejore la economía. Las habilidades de los funcionarios pueden servir, además, para perfeccionar el plan de cambiar los cultivos de coca por café o cacao y evitar que el Perú se convierta en un narcoestado.

Eso sí, el nuevo presidente no puede encarar con sus recursos técnicos y los de sus compañeros todas las tareas que deberán enfrentar desde el primer día que amanezcan en el poder. Para unir a la población de un país fragmentado y para conseguir acuerdos con una oposición como la fujimorista que controla la mayoría (73 de 130 diputados) del Congreso, hace falta una buena gestión política, inteligencia, sensibilidad y tolerancia. En este punto los títulos y los años en el campo financiero o empresarial se quedan muertos en las paredes y en la frialdad de las estadísticas.

En materia de política exterior, Kuczynski anunció una posición moderada y discreta basada “en relaciones amistosas con todo el mundo y defender los principios democráticos”. Precisó que Perú no interferirá en los conflictos de otros países aunque señaló que en Venezuela se ha producido una violación de los derechos civiles, humanos básicos con presos políticos.

Y nada más. Un poco de diplomacia. Ningún país es una corporación.

Tomado de elmundo.es

 

 


 

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