Martes , 27 Junio 2017

Perspectivas 2017 en el oriente del país

Al igual que en el resto del país, el nuevo año 2017 se inicia en el municipio de Manzanillo, provincia Granma, bajo los augurios de que será difícil y complicado por la situación de la economía y el ya añejo tema del embargo, a lo que hay que añadir la falta de voluntad política para resolver los problemas.

Según algunos funcionarios del gobierno -han dicho a la prensa oficialista- en el año que finalizó se trabajó en más de 104 objetos de obras, pero muchas de ellos sin terminar y otros paralizados. Para palear un poco esta situación en el mes de diciembre pasado inauguraron tres construcciones, entre ellas: la biblioteca “La Edad de Oro” y el parque de los “Framboyanes” que sirve para el uso de un reducido número de cuentapropistas. Dos de las obras establecidas se realizaron con mano de obra particular; de forma general se ha reconocido que de todo lo que se pudo concluir en el 2016, la mayoría no salió con buena calidad, porque no se tuvo en cuenta la cultura del detalle de terminación.

Pero existen insatisfacciones de los pueblerinos con relación al parque, pues no cuenta con un baño público, tan escaso y necesario en la zona; el zinc utilizado para la parte techada no tiene buena calidad, por lo que se piensa que en breve necesite mantenimiento. Cuando oscurece hay problemas con la iluminación, pues el alumbrado que dan las farolas es deficiente; tampoco tienen personal para su cuidado.

Para este nuevo año se encuentran aprobadas varias obras, independientes de las que no concluyeron en el 2016, entre ellas un recinto ferial llamado “El Bosque” situado en el área del Nuevo Manzanillo donde se realizan las llamadas ferias agrícolas y culturales; de igual forma se piensa restaurar lo que otrora fue el emblemático cabaret “Salón Rojo”, ubicado en el centro de la ciudad.

Se dio a conocer que otras obras serán propuestas a nivel provincial para ver si son aprobadas o no, entre ellas algunas que llevan años de ejecución como el cabaret “Brisas del Mar” en el área del Malecón.

Sin embargo, ninguna de estas inversiones restaurará la presencia a la ciudad de Manzanillo, y serán como una gota de agua en el mar, pues la infraestructura es pésima, e incluso hay muchos edificios con valor patrimonial en mal estado y obras por terminar sin avizorarse tiempo de culminación.

Entre las necesidades sociales está el caso del telecentro municipal “Golfo Visión”, el edificio multifamiliar “Inglaterra” y una gran cantidad de construcciones que necesitan remodelación, entre ellas: los paseos, situados en la calle Martí y en José Miguel Gómez (El Boulevard); así como los corredores del parque central Carlos Manuel de Céspedes y muchas otras más que harían una larga lista.

Al arribar en el 2017 a los 225 años de fundada la ciudad, seguirá dando una imagen vetusta y no muy agradable, a lo que ayuda que no es un polo turístico y por ende no resulta de interés nacional; lo que hace que no cuente con los presupuestos necesarios para continuar con las obras ya comenzadas y sin finalizar; lugares sin remodelar y sin dar mantenimiento.

No hay dudas que la falta de recursos y su habitual desvió, el desinterés de trabajadores y funcionarios acompañado de la incorrecta estrategia de comenzar obras sin el presupuesto requerido y sin terminar las pendientes; así como el hecho que no se priorizan las que poseen una importancia social, económica o cultural; es una ecuación que no permitirá que los manzanilleros disfrutemos con regocijo de la recuperación de la belleza que ya desde hace mucho necesita nuestro querido terruño natal.

Manzanillo, 24 de enero de 2017


 

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