Martes , 27 Junio 2017

Otro sauce que faltará en el Ariguanabo

El río Ariguanabo del municipio artemiseño de San Antonio de los Baños, siempre se caracterizó por tener sembrados en sus orillas árboles de sauce, cuyas ramas caían dobladas al río hasta rosar sus aguas. De forma paulatina estos bellos árboles -uno tras otro- han ido desapareciendo, hasta que han quedado pocos de ellos.

El hecho de desvanecerse ha estado relacionado con diversos factores, el primero es lo abandonado que se encuentra en estos momentos el río Ariguanabo y su alarmante contaminación ambiental.

Si bien es cierto que una parte de la culpa de esta situación la tienen individuos inescrupulosos, que resuelven sus problemas lanzando al río todo tipo de deshechos, incluyendo hasta animales muertos; también hay mala gestión y falta de preocupación de orden administrativa que han permitido poner desagües de fosas y aguas albañales hacia el Ariguanabo

Esta suerte negativa ha caído sobre los hermosos sauces que adornaban las orillas de este río, símbolo de San Antonio de los Baños. Cuando pasaba uno de estos últimos días, por el puente situado en el parque conocido como La Placita, pude ver uno de estos sauces -de los pocos que van quedando- tumbado de forma total sobre el río, de orilla a orilla.

Lo más triste es que a nadie le importa, y es que entre las cosas que se van volviendo cada vez más difíciles en nuestro país están: cuidar, salvaguardar lo poco que ya nos queda.

Las venideras generaciones de este pueblo, sabrán que existieron sauces en las márgenes del río porque se lo contarán las personas mayores del lugar, o quizás porque los vean en algún que otro cuadro de pintores locales, como el ya fallecido Quidiello, que dejó plasmado en su obra el paisaje de una Villa del Humor colmada de belleza natural.

Artemisa, 17 de setiembre de 2015.


 

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