Un café a las 4 de la tarde, que se extendió hasta después de las 6 pm, fue lo que reunió a congresistas demócratas de Estados Unidos de América y opositores cubanos, en la residencia del Jefe de la Sección de Intereses.
Por la parte americana estuvieron presentes los senadores demócratas: Patrick Leahy (Vermont); Sheldon Whitehouse (Rhode Island); Debbie Stabenow (Michigan) y Richard Durbin (Illinois); también los representantes Chris Van Hollen (Maryland) y Peter Welch (Vermont).
Participaron por la oposición: Antonio G.Rodiles, Berta Soler, Eliécer Ávila, Elizardo Sánchez, Héctor Maseda, José Daniel Ferrer, Laritza Diversent, Manuel Cuesta Morúa, Miriam Celaya, Miriam Leyva, Yoani Sánchez y yo.
Todos los disidentes tuvieron la oportunidad de expresar sus criterios, que fueron oídos con atención por tan importante audiencia. En algunas ocasiones surgieron preguntas por parte de los congresistas que fueron respondidas; para todos quedó claro que las opiniones con respecto a las medidas del presidente Barack Obama, no tienen consenso en la oposición.
Hay quienes no están de acuerdo con ese paso diplomático y así lo hicieron saber; otros que consideran que es algo bien hecho y un tercer grupo no opinó al respecto. Casi en unanimidad estuvo la idea de que la solución de los problemas de Cuba, está en manos de los cubanos.
Un tema, que aunque no fue tratado en bloque, ha causado mucha molestia en la oposición, es la excarcelación de los presos. Tuve la impresión de que no todos los que formaban parte de la audiencia entendían la diferencia entre libertad y excarcelación y además el hecho de que casi el 30%, había salido de prisión antes de que se anunciara que iban a ser “liberados”.
Por mi parte dejé claro que las conversaciones comenzaron con el pie izquierdo, por la falta de transparencia con que se hizo esta operación, sobre todo sin que la sociedad civil interviniera, aunque hay quien se asigne el mérito de los nombres; hay que decir que no fuimos consultados al respecto.
De forma muy respetuosa, José Daniel Ferrer agradeció la excarcelación en nombre de los presos de la UNPACU (Unión Patriótica Cubana) y sus familiares.
He estado siempre en contra de las listas de presos, porque ellas contienen criterios personales de quienes las elaboran, que se transfieren al exterior y que en ocasiones como esta, quitan espacio a reales presos políticos, que no estuvieron considerados.
Los congresistas pueden decir en sus respectivas Cámaras que se reunieron con la sociedad civil, a pesar de que el régimen no fue partidario de ello. También pueden comunicar a sus electores que han estado en Cuba apoyando las medidas del Presidente, que traerán oportunidades de comercio a aquellos empresarios que aportan fondos a las campañas políticas de cada uno de ellos, en particular los vinculados a la venta de alimentos. Lo que permite ver un escrenario concerniente a una política local en Estados Unidos.
Sin embargo, lo que realmente ocurre en nuestro país, a pesar de sus profundos conocimientos de política internacional, me parece que le es ajeno. Es por eso que quise señalar que todos los presentes desarrollábamos nuestra actividad contestataria por el pueblo de Cuba. Que si bien es cierto que a algunos de los que estábamos allí, nos han dado golpes y nos han reprimido, también lo hacen con la población en general y la oposición no es más que la punta de la lanza de la sociedad civil.
Baste con recordar, sucesos tan bochornosos y repetitivos como las mal llamadas “extracciones”, por las que se hacen desalojos colectivos de personas que han logrado -al menos- hacer una “choza” en algún lugar, y después de permitirles vivir allí por años, incluso formar una familia y tener hijos, un día para “ordenar” la planificación física del país, los sacan de sus humildes viviendas, los tiran a la calle a su suerte y si es necesario allí están las Brigadas de Respuesta Rápida para también golpearlos, incluyendo a mujeres y niños.
Quizás haya unas decenas de presos políticos que queden aun sin ser excarcelados, es muy difícil de determinar con exactitud la cantidad y sobre todo el rango que los conceptúa como tal, pero: ¿quién podría contar cuántos presos hay a lo largo del país que ni siquiera fueron a un “falso juicio” y cumplen 4 años de privación de libertad por Peligrosidad Predelictiva; que es lo mismo que decir que no cometieron ningún delito, pero que están presos “por si acaso”.
El régimen, de hecho, está conduciendo el país de una forma anticonstitucional, y para que se cumpla lo que plantea el presidente Obama, habría que continuar con estas violaciones. Nada hace pensar que la gerontocracia vaya a realizar un cambio de su política interna y en particular de sus leyes, para agradar a los americanos, porque esto les podría costar el poder.
Así las cosas y con las dos cámaras en mayoría de los republicanos, es recomendable que se midan bien los giros que se darán, porque ir un paso hacia delante y dos hacia atrás, en vez de proporcionar alguna ayuda al pueblo cubano, lo que hará será desestabilizar aún más la sociedad que quiéranlo algunos o no, ha fijado ciertas esperanzas en estas medidas.
Poco lograran hacer los que nos visitaron, incluso cuando se van sabiendo que no todos están de acuerdo; pero sí pueden llevar claro el mensaje: “este es un problema de la nación cubana, que por muchos años ha aspirado a democratizar el país y si el Gobierno de los Estados Unidos de América comete los mismos errores con los que se ha empezado todo este proceso, estará destinado al fracaso total, que incluye el endurecimiento de la pobre vida de los que viven en esta isla bajo la dictadura castrista, que ya suman tres generaciones”.
La Habana, 20 de enero de 2014.