Desde Cuba Por Dentro, Dania Virgen García
Oslai Rondón Rondón, más conocido como Bocadito, cuñado de Leonel Sánchez Estrada, quien se encuentra recluido en la prisión Típico, en Las Tunas, asegura que este está acusado de un delito que no cometió.
Adalis Hidalgo Guerrero de 43 años de edad, vecina de Corralito La Sal, Veguita, Yara Granma, quien trabajaba en el correo de Veguita, desempeñando el cargo de gestora comercial, y quien era la encargada de efectuar el pago a los jubilados, y su esposo, Ángel Francisco Ramírez, son los autores del robo en dicho correo, según afirma oslai Rondón.
Adalis Hidalgo, y Miriam Reyes Leiva, directora del correo quien mantiene relaciones sentimentales con el oficial Ariel, de la Seguridad del Estado del municipio, y Migdiala, la cajera, se pusieron de acuerdo para que el día que llegara el dinero de los jubilados, en lugar de ir Adalis, fuera el esposo de ella, Ángel Francisco, con el fin de que este explorara el local, y escogiera el lugar más apropiado para penetrar con facilidad y robarse el dinero de la caja fuerte.
En el mes de abril del pasado año, el esposo de Adalis rompió una ventana del correo que da a un hogar ancianos, y se llevó un teclado de computadora y el dinero, que fue repartido entre Adalis y Miriam.
Los ladrones no fueron capturados. El perito que atendió el hecho, Fernando Minardo Figueredo, es el esposo de Leyanis, una prima hermana de Adalis, por lo que según afirma Rondón, “el robo quedó en casa”.
Después de este hecho, volvieron los malhechores a robar en el correo el pasado 4 de diciembre. A las 11 y 45 de la noche, Adalis Hidalgo, su hijo Dariel López y su esposo Ángel Francisco, llegaron al correo en un tractor que parquearon detrás de la sala de rehabilitación delhospital. Mientras Adalis velaba en el pasillo, su hijo y su esposo rompieron la reja y unas tablillas de la ventana. Esta rotura se hizo por el departamento donde trabaja la gestora comercial Adalis. Por allí penetraron su hijo y su esposo. Luego rompieron el candado, que fue tirado dentro de la taza del baño. Con una pata de cabra forzaron la puerta del pasillo.Una vez dentro del correo, entró la gestora Adalis y trató de abrir la caja fuerte, pero se le olvidó una de las claves. Al no poder abrir la caja fuerte, los tres trataron de llevarse la caja en un saco. Cuando la tenían afuera, no pudieron llevarla hasta el tractor porque el custodio del hospital estaba sentado afuera.
Al amanecer del día 5, antes que abriera el correo, la directora, Miriam Leiva, para justificar hizo como que andaba de recorrido y que había descubierto el hecho delictivo y llamó a la policía.
Horas más tarde llegó la guardia operativa y el mismo perito Fernando Minardo, que comenzó hacer el levantamiento de huellas.
En horas de la noche de ese mismo día, el oficial Fernando Minardo se personó en la casa de Adalis y les reveló que las huellas dactilares del supuesto robo coincidían con las de ella, su esposo, e hijo, pero les dijo que él no iba hacerles daño alguno, pero ella tenían que hablarle claro. Entonces, Adalis le confesó lo que venía haciendo desde hacía unos meses, con la complicidad de la directora del correo.
El oficial Fernando Minardo Figueredo le dijo que no iba a procesar el delito porque ella era prima de su esposa Leyanis, pero que lo que habían conversado ellos dos no podía hablarlo con nadie.
El jefe de sector de la policía, que había tenido relaciones sexuales con Adalis hace algún tiempo, también le advirtió “que no hiciera nada, que la estaban vigilando”.
El martes 22 de enero, Heriberto Ramírez Milanés, director provincial de Correos de la provincia Granma, viajó hasta Yara para entrevistarse con Adalis y Miriam y discutir sobre el tema. Le propuso a Miriam aplicarle a la gestora comercial Adalis Hidalgo una medida cautelar. También le manifestó a las dos trabajadoras que al que llamara o quisiera saber algo referente a los hecho delictivos le dijeran que lo vieran a él, que si la policía no había hecho nada teniendo las pruebas, mucho menos lo haría él.
La directora del correo le dijo a Adalis que se le aplicaría la medida cautelar provisional pero que no le pasaría nada porque ella tenía relaciones con Ariel, el oficial de la Seguridad del Estado que atiende el municipio Yara, que “Fidel y Raúl estaban en la Habana y ellas en la provincia. Dijo que ella sabía que le quitaron el carnet del PCC, que el robo había salido mal, pero que descuidara, que ella sabía que con Heriberto podía contar porque él había estado con su hermana Idalmis.
Ahora quien está acusado del delito y en prisión preventiva es Leonel Sánchez Estrada. Los verdaderos implicados, los ladrones, están en la calle, inmunes.
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