En la mayoría de los pequeños pueblos en el país, existe un parque que lleva por nombre “Martí”, en honor a José Julián Martí y Pérez. También es costumbre que estos lugares públicos tengan una estatua de este prócer, donde en el pasado se llevaban a cabo actos y acudían los niños de las escuelas a rendirle homenaje.
En el municipio de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, ya no es habitual ver flores en el parque que lleva el nombre de Martí.
Este busto del apóstol nacional era usual verlo con ofrendas florales, las cuales se colocaban por parte de los estudiantes de las escuelas y también trabajadores de instituciones del municipio.
Hace algún tiempo este sencillo homenaje, muestra de respeto, ha ido poco a poco desapareciendo. Antes era raro pasar por el parque y no ver flores colocadas al pie del torso que recuerda su figura.
Dejó de ser una tradición lo que años atrás fue inculcado en las generaciones de estudiantes de San Antonio de los Baños. Habría que comenzar –primeramente- cultivando el sentimiento de respeto y admiración por el más universal de los cubanos, en las nuevas generaciones de maestros para que ellos puedan después al enseñar, trasmitir este sentimiento a sus alumnos, que al parecer se ha perdido totalmente.
Artemisa, 25 de noviembre de 2014.