Ficha que caracteriza al oficial Orlando Figueroa de la Sección 21 de la Seguridad del Estado en el municipio de Colón, provincia de Matanzas.
A este hombre lo conocí el 1 de agosto de 2007 cuando hice escala en la prisión Agüica, del municipio de Colón. Allí, en una celda del Vivac de dicha instalación, este militar acudió como parte de un pequeño séquito que me traía la bandeja de comida.
En ese instante dicho oficial, de pequeña estatura, y algo pasado de peso corporal, quiso congrasearse con los dos militares que me custodiaron desde la prisión Las Mangas, de Bayamo, y dijo conocerme desde que me desempeñaba como profesor del Sistema Educacional cubano. Al negarme a conocerle insistió diciendo que era sobrino de la esposa de Cuquín Pérez, una persona que conozco desde que era niño, pero a Orlando Figueroa lo estaba viendo por primera vez.
Durante su permanencia en el recinto penal, Figueroa hizo alusión a los éxitos de Agüica en materia de eliminación de hechos de sangre desde hacía varios meses. Ocasión que utilicé para sugerirle que aprovecharan las horas de la noche para trasmitir la experiencia a mis acompañantes y así se podría poner fin a la masacre que a diario se vivía en Las Mangas, una vez regresáramos a la oriental provincia.
La nueva oportunidad en que veo al oficial Orlando Figueroa, fue precisamente los días 7, 11 y 15 de abril de 2011, fechas en que intentamos desarrollar una reunión una vez excarcelados, pero que fue abortada en cada ocasión por un tremendo despliegue de fuerzas de la Seguridad del Estado y de turbas entrenadas, dirigidas y comprometidas por este cuerpo represivo.
En una de estas oportunidades pudimos filmar a Orlando Figueroa cuando, a hurtadillas, trató de montar en una camioneta la bicicleta del detenido Nelson Ruiz Alonso; bicicleta que ya se le había dicho a la esposa del detenido, que estaba en el local del jefe de Sector Policial del central España, donde vive el opositor y resultó una mentira de los que dirigían el operativo.
El martes, 28 de febrero cuando los 10 activistas asistimos al cuartel general de este cuerpo en Colón, en el momento que un supuesto jefe nos dirigía la palabra indicándonos el local donde me daría respuesta acerca de la situación de Ángel Juan Moya Acosta e Iván Hernández Carrillo, nuevamente aparece el oficial Orlando Figueroa y con ese aire de superior talante, le quita la razón al jefe y dice: ¡con él no, con la madre! Asombrados presenciamos como aquel jefe algo entrado en años, obedecía al oficial Orlando Figueroa.
La última desagradable actuación del oficial Orlando Figueroa data de hace menos de 96 horas. Ocurrió a pocos metros de mi hogar. Usó los servicios de la señora Juana, esposa de Alexis (ambos incondicionales para combatirnos), quien le dijo a Idania, la vecina de frente a mi hogar, que tenía una llamada telefónica allá en su casa. Idania salió apurada y Juana le dijo que no era de la persona que suponía. Cuando llegaron, Idania comprobó que no había tal llamada, sino que allí estaba de cuerpo presente el citado oficial, Figueroa.
Llegó hasta ella con la intención de crear las bases de una chapucera maniobra para sacarme de circulación. Le dijo a Idania: Félix es un singao porque cogió a tus hijos para que nos tiraran huevos y piedras, el día 27 de febrero. Idania no le aceptó nada de sus argumentaciones y demostró la honorable postura de nuestra familia con sus hijos, lo que en muchas ocasiones no llegan a hacer las organizaciones estatales.
Cuánto anhelamos que Orlando Figueroa se salga con la suya. Comprobaremos una vez más lo corrupto del Sistema Judicial y de Seguridad del Estado, cubanos, del momento. Yo me mantendré firme aunque tenga que dejar la existencia entre las ergástulas castristas.